El Estado genocida de Israel sigue asesinando indiscriminadamente civiles, entre celebraciones de sus líderes, y después de décadas de exterminio y ocupación ilegal, agravadas en los últimos 24 meses, la Organización de Naciones Unidas (ONU) parece haber reaccionado mínimamente. Unas semanas antes lo hizo el Gobierno de España, cuando pronunció por primera vez la palabra “genocidio”, renunciando a seguir poniendo eufemismos a los crímenes, y decidió dar el paso del embargo de armas. Su aprobación se trató con tal urgencia que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocó una declaración institucional. Pero nueve días después, legalmente todo sigue igual.

Han sucedido muchas cosas desde que el jefe del Ejecutivo compareciese en la Moncloa. La paralización de la última etapa de La Vuelta, el viraje discursivo de los socialistas, más duros con Israel, y del Partido Popular (PP), más sionista que nunca; pero, sobre todo, han transcurrido dos Consejos de Ministros. El pasado 8 de septiembre, Sánchez anunció un paquete de nueve medidas urgentes para tomar parte del lado de las víctimas palestinas, indefensas ante el genocidio israelí, entre las que destacaba el embargo de armas. “Complejidades técnicas” es lo que alega ahora el Ejecutivo para justificar el retraso.

“Esperamos que sirvan para añadir presión sobre el gobierno israelí, para aliviar parte del sufrimiento que está padeciendo la población palestina y para que la ciudadanía española sepa y sienta que, ante este infame episodio, su país estuvo en el lado correcto de la historia”, pronunciaba Sánchez hace nueve días. “La voluntad, si no ha podido ser en este Consejo de Ministros, es traerlo la semana que viene. Pero, por favor, ninguna duda con respecto a este tema”, respondía este martes la ministra portavoz, Pilar Alegría, al retraso de la aprobación.

A priori, España lleva sin establecer relaciones de compraventa de armamento desde 2023, pero varias informaciones apuntan lo contrario y desde Moncloa y los Ministerios implicados han buscado siempre sacar de la ecuación productos como chalecos antibalas o accesorios de armas. De igual manera, se ha justificado en más de una ocasión que determinadas utilidades solo pueden comprarse a Israel, dado que el ejército y los cuerpos españoles cuentan con armamento que solo fabrican los sionistas. Lo que significa que, en la práctica, este intercambio armamentístico sí se estaba produciendo.

Por este motivo, Sánchez anunció como "urgente" la necesidad de aprobar un real decreto ley que "consolide jurídicamente el embargo de armas a Israel" y que "establezca la prohibición legal y permanente de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel". Esto aún no ha sucedido y habrá que esperar, como mínimo, al próximo martes 23 de septiembre, momento en el que el Gobierno tendrá una nueva oportunidad de cumplir con lo comprometido. Hasta entonces, los socios, visiblemente molestos por la demora, incrementarán la presión.  

Molestia entre los socios

Las reacciones de los socios no se han hecho esperar y todas ellas han apuntado, con mayor o menor dureza, en la misma dirección. Desde dentro del Ejecutivo, Sumar ha reclamado que la aprobación del embargo no "no debe dilatarse más en el tiempo". "El decreto debe estar listo cuanto antes e incluirse en el orden del día del próximo Consejo de Ministros sin mayor dilación. De no ser así, supondría un incumplimiento flagrante del acuerdo alcanzado entre los socios de Gobierno", han trasladado.

Desde sectores como Compromís o los Comunes, incluidos en la coalición, se han expresado con algo más de dureza. "Si lo que hay es ministros rebeldes a cumplir las órdenes del presidente, que van en la línea de la mayoría social, el presidente del Gobierno lo que debería hacer es cesarles", apuntan los valencianos, a lo que los catalanes añaden la petición a los socialistas de que “dejen de marear” y den ya un paso para el que “no valen excusas”.

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maillo, ha pedido que, de no ser aprobado la semana que viene, los ministros adscritos a los magentas dejen de acudir a las reuniones del Consejos de Ministros. Otro de los que se ha pronunciado ha sido el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, con su habitual tono crítico y sarcástico. "Puro Pedro Sánchez”, resumía el líder independentista.

Ojalá no fuera tan difícil, pero llevamos seis años apretando al PSOE para cosas muy sencillas. Durante casi dos años estuvieron insultando a quien aquí calificaba de genocidio lo de Gaza, negando que por los puertos españoles pasara armamento israelí. Y con esto lo reconocieron de facto. Pero bueno, se ha quedado en un anuncio", ha lamentado Rufián, asegurando que “tocará seguir apretando al PSOE”.

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