Génova está dispuesta a todo con tal de alejar el Partido Popular de Madrid de las manos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La cúpula conservadora se niega a que la lideresa sea la próxima jefa de los populares en la región y, según cuenta La Razón, hay movimientos tanto en la nave nodriza como en la gestora regional que buscan información comprometedora contra Ayuso.

La guerra fratricida en el Partido Popular se acrecienta con el transcurrir de los días, semanas y meses. De entre los ecos de la batalla emerge ahora la “prudente” figura de José Luis Martínez-Almeida, quien durante meses ha tratado de aplacar los rumores en torno a la nueva presidencia del PPM. El propio regidor ha salido al paso de la información lanzada por El Mundo, que le atribuye la autoría de la frase “Ayuso no puede ser presidenta del PP de Madrid”. “Se me hace una imputación en un medio de comunicación y no es cierta”, ha destacado el primer edil madrileño.

No puede ser presidenta quien no respeta la autoridad ni los procedimientos internos o se enfrenta con el partido de Madrid, con la presidenta de NNGG y con García Egea

La declaración atribuida a Almeida – y desmentida por él mismo horas después – es el sentir que predomina en Génova, según ha publicado La Razón. Se preguntan en las entrañas del PP “cómo” impedir que Ayuso presenta candidatura y, en su defecto, consiga la victoria en una convención regional cuya convocatoria reclaman con premura desde el sector ayusista entre amagos de demanda.

Sin embargo, en Génova consideran que “está inhabilitada” para ese puesto. “No puede ser presidenta del partido quien no respeta la autoridad ni los procedimientos internos, quien está enfrentada con el partido de Madrid, con la presidenta de Nuevas Generaciones y con el secretario general”, explican a La Razón y al diario ABC.

En la festiva tarde del lunes, la dirección nacional mantuvo un encuentro con la gestora del PPM – Pío García Escudero y Ana Camins – para escudriñar el estado de alarma instaurado desde en Génova desde el pasado mes de agosto. La carestía de poder orgánico de la jefa del Ejecutivo regional la debilita ante la dirección nacional, que controla el aparato de la sucursal madrileña y marca los tiempos para los cónclaves autonómicos.

Pero las posibilidades de victoria de Ayuso se achican ante la existencia de movimientos internos, próximos a la cúpula nacional y del PPM, incluyendo a los consejeros fieles a Génova, que buscan información comprometedora de la lideresa madrileña. Estos círculos están convencidos de que tendrán más armas cuanto más tiempo pase para desgastarla. Así, la dirección ha puesto en marcha lo que algunos en redes sociales han bautizado como la segunda parte de la “Operación Cremas”.