El flanco derecho del tablero político vive un nuevo déjá vu con la amenaza de Vox. La enésima de la extrema derecha al Partido Popular, que tras romper los pactos de gobierno en el plano autonómico, amaga ahora con levantarse de las mesas de negociación presupuestaria en tales territorios. Los ultras quieren desatornillar de la silla de la migración a Alberto Núñez Feijóo, que retomaba de nuevo las conversaciones con el Gobierno en esta materia. Intimidación que los socialistas entienden como poco menos que una rutina que debe sortear el líder de la oposición, que a la postre fue el que “les abrió la puerta de los Ejecutivos regionales y locales”. No obstante, instan al jefe de los conservadores a “no claudicar” ante la testosterona de Abascal y decantarse por “el sentido de Estado” al que tanto se arroga el PP.
Con su orgullo habitual y por voluntad propia, Vox decidió apartarse de la mesa de negociación. “Nosotros no vamos a participar en el reparto de inmigración ilegal y de inseguridad que pretenden tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo”, señalaban este miércoles desde la fuerza ultraderechista, mientras acusaban a sus “socios” de copar su agenda de “políticas del PSOE” y, por lo tanto, es con los socialistas con quiénes deben negociar los presupuestos. “No nos temblará el pulso”, advirtió. Amenazas a las que respondió un Núñez Feijóo dispuesto a no amilanarse ante la enésima subida de tono de sus aliados y avisando de que el PP “no se someterá a chantaje alguno”.
La dicotomía de Feijóo
Precisamente eso es lo que busca un Partido Socialista que reclama a Feijóo valentía ante el envalentonamiento de la ultraderecha. PSOE y PP se reunirán con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en busca de un acuerdo que rompa el candado de la reforma de la Ley de Extranjería. Segunda intentona tras un verano de tiras y aflojas que condujo a ninguna parte. Para más inri, este encuentro tiene un condicionante mayor que la primera tentativa y es que gobiernos autonómicos y locales tienen que aprobar sus presupuestos. Más gasolina al fuego, especialmente en la Comunitat Valenciana, donde, a consecuencia de la DANA; están siendo reconfigurados por completo. A lo que se suma la debilidad de un Carlos Mazón en el punto de mira de la ciudadanía.
Así, Ferraz ha reclamado valentía al líder del Partido Popular frente a la testosterona de la ultraderecha. Instan a que, por una vez, se decante por el “sentido de Estado” en la dicotomía a la que se enfrenta habitualmente la derecha. “No claudique ante las amenazas de Vox”, sugieren fuentes socialistas, quienes a su vez remarcan que el líder de la oposición “está obligado a elegir”. Esgrimen que conocieron el “chantaje” el miércoles. Una amenaza sujeta a que se “sometan a sus chantajes racistas en materia de migración”.
En el PSOE identifican los gobiernos de PP y Vox como sinónimo de “inestabilidad institucional”. Entienden que lo único que han mostrado en este tiempo es su “incapacidad de desligarse del discurso ultraderechista”, lo que provoca que queden totalmente arrinconados en materia de pactos tanto a nivel nacional como en los territorios. Esa situación, no obstante, se la buscaron los conservadores por su cuenta y riesgo, continúan estas fuentes. “Abrió la puerta a la ultraderecha en gobiernos de Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y presidencias de parlamentos autonómicos y ahora tiene que asumir sus ideas”, precisan.
Reivindican de esta manera la dependencia del Partido Popular a la ultraderecha y el protagonismo de la “inestabilidad” en sus gobiernos autonómicos. “Este será su legado”, resumen fuentes socialistas mientras reivindican que ellos han aprobado un total de 22 leyes, incluyendo los reales decretos de la DANA. Todo ello, mientras siguen trabajando “para sacar los Presupuestos”.