En los últimos días el diario El Mundo está desvelando una serie de cartas que intercambiaron Zarzuela y Corinna Larssen en el año 2019 en las que la amiga íntima del rey emérito amenazaba con socavar “el corazón de la Casa Real” sacando a la luz información sobre las finanzas y los vínculos de la Corona con el CNI.

En una de esas misivas, además, Corinna no solo aseguraba que tanto Felipe VI como la princesa Leonor eran "beneficiarios" de la Fundación Lucum, investigada por ser sospechosa de haber sido entidad pantalla para ocultar 65 millones de euros que el rey Juan Carlos I habría recibido de Arabia Saudí, sino que además, a empresaria afirmaba que el rey, siendo príncipe de Asturias, en 2011, recibió uno de los Ferraris que Mohammed bin Zayed Al-Nahyan, príncipe de Abu Dhabi, entregó a la monarquía española.

El jefe de la Casa Real y mano derecha del actual monarca, Jaime Alfonsín, frenó la idea de Corinna de involucrar al rey en los negocios de su padre y cercenó la posibilidad de abrir un canal de comunicación continuo y directo entre ella y la Casa Real para abordar los asuntos judiciales y de negocios.

En una carta del 21 de marzo, Alfonsín le recriminó a Corinna que “ni su majestad el rey, ni esta Casa, tienen conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que menciona, por lo que carece de toda justificación lícita su involucración en los mismos”.

Asimismo, espetó que “esta Casa se reserva el ejercicio de las acciones judiciales que considere procedentes frente a insinuaciones y advertencias a su majestad el rey”.

La respuesta de Corinna no se hizo esperar y pidió a la Monarquía que rectificara porque, de lo contrario, desvelaría información sensible que podría afectar a la institución.