En plena sacudida interna del PSOE, Eduardo Madina ha reaparecido con un mensaje que suena a advertencia y propuesta: “Hace falta un socialismo digno y ejemplar”. Lo dijo en un acto de homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba, pero el eco trascendió el tributo. A su lado, Felipe González no se refugió en la nostalgia: volvió a señalarlo como su referente político. “Fue mi candidato, y lo sigue siendo hoy”.
El escenario no era uno cualquiera. El acto del V Premio Rojana Alfredo Pérez Rubalcaba nació como un homenaje, pero terminó convertido, por la fuerza de las palabras y del momento político, en una interpelación ética al partido. Las figuras de Rubalcaba y Madina sirvieron de espejo para quienes aún buscan referentes dentro del socialismo. “El poder es para la política, y no al revés”, recordó Madina. La frase flotó en el ambiente como una crítica velada al rumbo del PSOE.
Aunque apartado de la primera línea política, Eduardo Madina ha mantenido una presencia constante en el ámbito público y dentro del socialismo. Su trayectoria le ha otorgado reconocimiento en determinados sectores del partido, especialmente por su posicionamiento durante etapas clave. Su reaparición en este acto ha llamado la atención tanto por el contenido de su intervención como por el respaldo explícito que recibió de Felipe González
Antes de que Madina tomara la palabra como conductor del evento, Felipe González sorprendió al subir al escenario —algo poco habitual en él, pese a que su fundación patrocina los premios— para rendir homenaje a José Enrique Serrano, su exjefe de gabinete, recientemente fallecido. Lo hizo junto a Madina y con mensaje incluido para Pedro Sánchez: “Quiero decirlo hoy junto a Eduardo Madina, diciéndole (a José Enrique) que estamos aquí, de pie”. Y remató con una frase que no necesitó más explicaciones: “El que quiera entender, que entienda”.
Madina, que no se habla con Sánchez desde las primarias de 2014, recogió el guante con una frase cargada de ironía: “Imaginé que sería un día con mucho calor, lo que no imaginé es que sería un día con tanta temperatura”. En una platea repleta de exministros del felipismo y cuadros históricos del partido, su mensaje fue directo: “Antes que socialistas, somos demócratas”.
Las primarias de 2014, de nuevo en el foco
El contexto añade aún más tensión: un informe de la UCO revela que Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE y figura clave del actual sanchismo, habría ordenado a su colaborador Koldo García introducir dos papeletas fraudulentas en aquellas primarias de julio de 2014 que alzaron a Sánchez como secretario general. “Cuando termine apuntas… y metes las dos papeletas”, recoge textualmente la Guardia Civil.
Cerdán ha dimitido y está citado a declarar ante el Tribunal Supremo el próximo 25 de junio. Sánchez, por su parte, ha defendido que el proceso fue de “absoluta garantía” y ha restado importancia al episodio, señalando que se trata de solo dos votos entre más de 130.000.
Sin embargo, la presión crece desde dentro. Susana Díaz ha pedido “transparencia absoluta”, mientras que fuentes socialistas reconocen que el ambiente en el partido está marcado por la “tristeza” y la “indignación”. Las heridas del pasado, lejos de cerrarse, vuelven a abrirse con fuerza en un PSOE que vuelve a mirarse en su propia historia para buscar respuestas.