El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sigue intentando contener el incendio que ha provocado la imputación del que fuera ministro de Hacienda bajo el gobierno de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro.

La intención del líder de los ‘populares’ es clara: continuar la ofensiva contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y radicalizar de alguna manera el partido en ese sentido, dado que el caso de Santos Cerdán -ex número 3 de la formación- ha dejado de ser suficiente para que los ‘populares’ arrincones a los socialistas. De hecho, todo lo contrario, y es que el caso del exministro con Rajoy ha explotado en la cara a la formación de Génova, 13.

En esas, el gallego tiene macado en el calendario el próximo 28 de julio como fecha clave con el Comité Ejecutivo Nacional. El PP cree o quiere creer que al Ejecutivo se le acaba el tiempo, pero tiene claro que a su formación los últimos hechos le han puesto contra las cuerdas, premisas ambas dos -sobre todo la segunda- por las que cree que el partido debe apretar.

En esa estrategia, los movimientos del partido de la derecha son claros: poner todos los esfuerzos en atacar al Ejecutivo de coalición y el único caso que salpica de alguna manera a Sánchez. De esta manera, el Partido Popular no quiere cerrar del todo por vacaciones, por lo que se mantendrá alerta, también en agosto, ante nuevos posibles informes de la UCO.

Tellado, encargado de capitanear la ofensiva

Sin embargo, lo de pasar a la ofensiva sin más ni más, cuando los casos de corrupción que asolan al PP sí podían relacionarse con cosas del pasado que nada tuvieran que ver con Feijóo se le ha complicado al partido conservador después de lo que concierne al exministro de Hacienda.

Es cierto que Montoro ya no es afiliado del partido y que, de algún modo, Génova puede vincular su imputación al anterior Ejecutivo, pero no es menos cierto que el exministro abre la puerta a que se vuelva a hablar de casos que nunca han dejado de perseguir a los conservadores como Kitchen o Gürtel.

Feijóo busca activar -si es que en algún momento ha dejado de estar presente- la maquinaria electoral antes del otoño con la dureza que el expresidente de la Xunta lleva manteniendo todo este tiempo, y tiene a una persona para ello: Miguel Tellado.

El ahora número dos del partido debe ser el encargado de endurecer más si cabe ese tono, como lo ha hecho todo este tiempo desde la tribuna del Congreso de los Diputados. Según informa este lunes El Confidencial, Tellado lleva varios días manteniendo encuentros, tanto presenciales como telemáticos, con distintos cargos provinciales y autonómicos.

Después de asumir sus nuevas funciones, pareciera que la primera intención de Tellado pasaba por hacer una “toma de contacto”, si bien es verdad que ya engrasó la relación con los territorios como responsable de organización en su primera etapa en la cúpula nacional.

Dentro de esas conversaciones, el partido pone el foco principal en Cataluña, donde los socialistas han logrado un punto fuerte aprovechando la caída del independentismo y, sobre todo, la debilidad del PP en este territorio. En estas, la formación no contempla reactivar un congreso autonómico para solventar la situación de interinidad de Alejandro Fernández o renovar la estructura regional. No obstante, sí que avanzan que volcarse en este territorios será prioritario.

El objetivo de Feijóo pasa, en cualquier caso, por conseguir dos millones de votos más que en las elecciones generales del 23J, donde intentará arrastrar el voto del Partido Socialista pero también de Vox (él mismo lo dejó así de claro la semana pasada).

Según las estimaciones, el líder del PP sigue por encima de los 150 escaños, según los sondeos que manejan en las filas del partido, pero la dirección admite que Vox se mantiene al alza, aunque tratan de ocultar el miedo a la vez que mantienen la máxima que no cumplieron en las comunidades autónomas: de llegar a Moncloa, Feijóo lo hará en solitario.

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