El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, se encuentra en un proceso de ganancia de adeptos y apoyos más allá de la política. El líder de la oposición, emulando a la mandamás madrileña, cree en la libertad selectiva, sobre todo en lo que a prensa se refiere. Desde Génova 13 atacan diaria y frontalmente a Televisión Española (TVE), que acumula récords de audiencia y publicación de exclusivas, alegando en conexiones en directo que no se les da voz, por rocambolesco que parezca.

El periodismo, como la democracia, solo es “libre”, “veraz”, “legítimo” o alguno de los tantos adjetivos que pronuncian más de lo que practican en Génova 13 si favorece al PP.  “Es necesario hacer un reconocimiento a la prensa libre”, alegaba esta semana Feijóo, en el marco de un acto organizado por The Objective, periódico reconocible por la persecución personal del presidente del Gobierno y sus familiares y que aglutina múltiples señalamientos por la publicación de bulos. El líder de la oposición ha pedido el premio Pulitzer, o algo parecido, para este digital.

“Un periódico que invita al jefe de la oposición a clausurar un acto tiene una gran capacidad de riesgo, pero le pido a los accionistas (capital venezolano reaccionario) que sigan invirtiendo en riesgo porque sin riesgo no hay existo”, arrancaba Feijóo, insistiendo en que “no hay democracia sin medios de comunicación libres y ha sido siempre así”. Tesis, esta última, que su mano derecha que insulta dirimente a periodistas, Miguel Tellado, o el jefe de Gabinete de Ayuso no comparte. Pero el jefe del PP insistió en trasladar que él sí está a favor.

“Esto tiene que ser un compromiso fundamental para la gente que creemos en la democracia. A los medios de comunicación no se les puede señalar desde el poder, amordazar o minusvalorar”, apuntó, recelando de añadir el acote de “salvo que sean de izquierdas”. “Por eso es justo reconocer que The Objective, desde hace mucho tiempo, ha sido pionero en detectar tramas de corrupción que, posteriormente, se han convertido en sumarios muy determinantes. De no haber sido por The Objective la democracia tendría mucha más opacidad”, continuó.

Inmerso en su ascensión motivacional, Feijóo termino por asegurar que, “si fuese un periódico norteamericano, igual sería candidato al Pulitzer y se le tendría respeto por lo que ha hecho”. Mientras pronunciaba estas palabras, periodistas concretos, desde Silvia Intxaurrando, pasando por Jesús Cintora y Javier Ruiz, hasta Sarah Santaolalla recibían los insultos, en algunas ocasiones denigraciones machistas, por parte de altos mandatarios del PP. Periódicos enteros, como elDiario.es, han llegado a ser foco de amenazas directas de Miguel Ángel Rodríguez, uno de los ideólogos y voces más acreditadas de la formación.

El juego es fácil: la información falsa de las formaciones de derechas llega a los medios que reciben dinero público de los territorios donde gobiernan estos partidos; estos digitales las publican y no rectifican cuando se desmienten; agrupaciones psicopáticas como Hazte Oír o Manos Limpias presentan una denuncia basada en recortes de prensa falsos; un juez por completo desideologizado e imparcial, de la altura de Peinad, Hurtado o Marchena, acepta la denuncia y abre un caso que se alargará años para, posteriormente, ser desestimado en la mayoría de ocasiones. Y así, incluyendo alguna condena como la del fiscal, hasta la extenuación. Caricia a una parte de la cadena y a continuar.

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