Tradición y seguridad. Estas son las dos palabras que reinaron este jueves en la Cabalgata de Reyes de Madrid. Los Reyes Magos se pasearon por el centro de la capital con túnicas clásicas, dejando atrás las ropas comparadas en 2016 con “cortinas de ducha” para arropar de nuevo a Melchor con el color dorado, rojo para Gaspar y marrón para Baltasar.
El Ayuntamiento, gobernado por Ahora Madrid, también consiguió que el desfile transcurriese sin ningún incidente. Las redes sociales se llenaron de elogios respecto a la organización de la Cabalgata. “Preciosa” y “emotiva” fueron algunos de los adjetivos más repetidos en las redes sociales.
El ‘ateísmo’ de Carmena
Pero la ‘caverna mediática’ no parece dispuesta a reconocer los aciertos del Gobierno de Carmena respecto a la cabalgata de Reyes de 2017. Prueba de ello es que el diario ‘ABC’ lamenta que, “pese a que mejoró con respecto al año pasado, el Ayuntamiento volvió a dar la espalda a los detalles navideños más elementales”.
“A la cabalgata le faltó espíritu navideño, ya que apenas presentó características típicas de la tradición cristiana que, al fin y al cabo, es en lo que consiste la Epifanía. De nuevo, faltaron las ocas (según el Ayuntamiento, porque sufren estrés) y el desfile consistió en una suerte de mezcla de elementos futuristas, botánicos y falsos animales, con excepción de los caballos de la Policía Municipal. Los únicos rastros de la Navidad fueron la Estrella, que iluminaba el inicio del itinerario que siguió la comitiva, y los propios Magos de Oriente”, afirma el diario de Vocento.
“Las mariposas maléficas”
Sin embargo, las críticas más duras (y más surrealistas), han llegado desde ‘OK Diario’, el periódico que dirige Eduardo Inda. Superada la polémica respecto a los trajes de Sus Majestades, llega el turno de “las mariposas maléficas de Carmena”. Y es que según el periódico de Inda, “algunos de los niños quedaron traumatizados ante el espectáculo”.
“El sentir general de los niños al paso de algunos de las criaturas de la Cabalgata de Carmena lo decían todo: “Uy, parece Maléfica”, en referencia a las mariposas de origen veneciano del desfile que pretendía ser “una oda a la curiosidad”. Otro aspecto era la música siniestra que a los más pequeños les hizo torcer el rostro. Sin embargo, al final del recorrido en la Plaza de Cibeles llegó el momento más delicado. En las filas de los niños con discapacidades y en riesgo de exclusión social había familias a las que no les había avisado de lo terrorífico de algunas escenas, más cercanas a Halloween que a la tradición cristiana navideña de los Reyes Magos de Oriente”, denuncian desde ‘OK Diario’.
Apoyan sus críticas en un único testimonio, supuestamente el que emitió “María A. madre un un niño autista de 4 años” que aseguró a ‘OK Diario’ que “a la alcaldesa le debemos las pesadillas y desvelos de las próximas 3 semanas“. De hecho, según esta madre, las primeras palabras del niño al comienzo del evento fueron: “Mamá tengo miedo”.