El órdago anunciado por la familia de Francisco Franco de que los restos del dictador deberán ser enterrados y depositados en un templo tan emblemático como es la Catedral de La Almudena en Madrid, suena por un lado a chantaje, por otro a venganza y por último al intento de poner en aprietos al Gobierno de Pedro Sánchez porque acceder a esa exigencia sería tanto como el de pasar de “Málaga a Malagón” y convertir tan emblemático y céntrico enclave en un lugar de peregrinación y exaltación del franquismo sin la lejanía ni proyección mediática que la actual tumba del Valle de los Caídos.

El símbolo de la ignominia en Sevilla

En Andalucía la ignominia y anacronismo en forma de tumba de un cruel y sanguinario símbolo del franquismo se da en Sevilla. Se trata de los restos del general Queipo de Llano que descansan en una lujosa tumba junto a su mujer en un lugar destacado de la también emblemática basílica de La Macarena.

El origen de que el genocida responsable de la atroz y criminal represión de la Guerra Civil, y parte de la posguerra, descanse en tan destacado lugar se debe a que Queipo de Llano impulsó y colaboró decididamente en la construcción del templo. En agradecimiento se le nombró hermano mayor honorario de la Macarena. Los defensores de que Queipo siga allí alegan que el acuerdo fue adoptado por la Hermandad y que la iglesia es de titularidad privada, no es un edificio público como lo puede ser el Valle de los Caídos, de Patrimonio del Estado, y que no fue una decisión política como la que acordó un Consejo de Ministros presidido por Arias Navarro, supuestamente incluso en contra de los deseos del propio Franco que nunca manifestó sus intenciones de ser inhumado en tan monumental y lujoso túmulo de Cuelgamuros.

Estamos hablando de una Hermandad integrada por 13.000 hermanos. El Gobierno andaluz y la propia presidenta Susana Díaz han manifestado en distintas ocasiones su objetivo de usar la negociación como solución..

Susana Díaz manda un equipo a negociar discretamente

Pero ¿cómo exhumarlo frente a una Hermandad y un templo ambos de carácter privado? Pues sencillamente como los asuntos delicados deben hacerse en política: negociando. Susana Díaz, desde hace meses, delegó en personas de su más entera confianza para que se consiga que tan negro y nefasto símbolo sea sacado de la Macarena. Y así lo han hecho hablando su equipo con la Hermandad de la Macarena para que la salida de los restos del golpista de la catedral sevillana fuera un hecho real pero sin traumas ni enfrentamientos en la sociedad sevillana. Informaciones a las que ha podido acceder ELPLURAL.COM nos indican que las negociaciones, de varios meses de duración y llevadas discretamente, parecen que pueden alcanzar en breve una solución pactada en parte por el talante de miembros de la hermandad y del estilo aperturista de la Iglesia Católica sevillana y del propio presidente y en parte por el talante negociador y de diálogo abierto de los enviados de Susana Díaz. Es la filosofía de la presidenta que entiende que la ley de Memoria Histórica está hecha para enfrentar y no para confrontar".

A las “malas”, la ley

 A las malas se aplicaría la ley de Memoria andaluza. Pero en última instancia y a las “malas”, la Junta de Andalucía podría aplicar la Ley de Memoria Histórica autonómica que contempla en su articulado que "cuando los elementos contrarios a la Memoria Democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos".

Así las cosas, parece que la exhumación de Queipo de Llano, que ya fue despojado de que la imagen de la Macarena portara su fajín franquista en las procesiones sevillanas de Semana Santa, parece decisión inminente de la Hermandad hispalense En las discretas negociaciones, además de la Hermandad y de la Junta de Andalucía, también han participado representantes del ayuntamiento y del arzobispado. Será por tanto la propia la hermandad la que decida y reclame que se retiren los restos y la familia la que indique un nuevo lugar.

Este, el modelo “Susana Díaz” de negociación y diálogo ha sido imposible de aplicar en el caso de Franco y el Valle de los Caídos. La cerrazón y el integrismo de su familia impidieron ni siquiera explorar esta vía… y ahora el chantaje de La Almudena.