"Si no es esta semana, será la que viene o la siguiente, pero Cosidó está 'muerto' y él lo sabe, es solo que encuentren un destino donde mandarle". Alguien que conoce muy bien la vida interna del Ministerio del Interior le ha explicado así ELPLURAL.COM la situación crítica que vive el director general de la Policía. En realidad, según nos aseguran en fuentes policiales, Cosidó estaba a punto de ser cesado cuando estalló 'el escándalo Bárcenas', y la crisis le salvó la cabeza. Pero nos aseguran que solo momentáneamente.

El ministro no oculta que quiere cesarle
El distanciamiento entre el jefe de la policía y el ministro no ha dejado de crecer en los últimos meses hasta el punto de que, al parecer, "evitan dirigirse la palabra". En el ministerio se asegura que Jorge Fernández Díaz lo cuenta cada vez de manera menos discreta, a veces incluso lo insinúa entre los periodistas con los que tiene más confianza. La principal queja del ministro, que el director general no tiene ningún control sobre lo que sucede en su departamento, lo que de paso le lleva a que tampoco él se entere ni controle lo que se gestiona en su 'casa'.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, junto al ministro del Interior... cuando aún se hablaban. EFE/Archivo



Pero no son sólo los problemas por los escándalos políticos -el caso Interligare, las filtraciones de los informes sobre la supuesta corrupción de los Pujol... - son también los temas profesionales que Cosidó ha sido incapaz de reconducir, como la ley de personal, o el catálogo de los puestos de trabajo, y que han llevado a que en el cuerpo de la policía se viva un ambiente de creciente crispación.

Sería el quinto cese de un alto cargo en menos de un año
"Nunca el ministerio ha estado más politizado", nos dicen en fuentes sindicales policiales. Quizás la razón que explique un hecho sorprendente: en sólo un año, como ya les hemos informado en ELPLURAL.COM, el ministro ha provocado la caída de cuatro altos cargos. Se trata de los ceses del Jefe de Gabinete del Director de la Policía, Pedro Agudo, la jefa del Gabinete del Secretario de Estado, la diplomática Concepción Figuerola; el Comisario General de la Policía Judicial, José Enrique Rodríguez Ulla y, por último, hace sólo un mes, el propio Secretario de Estado, Ignacio Ulloa. La caída de Ignacio Cosidó sería la quinta en poco más de un año.

Según cuentan a ELPLURAL.COM, la 'defunción' de Cosidó no tendría, por tanto, nada que ver con la reaparición del informe de la UDEF sobre las supuestas implicaciones del matrimonio Ana Mato-Jesús Sepúlveda. En este caso lo que habría resultado fundamental sería la presión por parte del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que por la investigación de una pieza separada del caso Gürtel, pidió a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) la información de que dispusieran. Pasado un mes sin recibir los informes, Ruz volvió a solicitar por escrito la información, y en este caso la UDEF le hizo llegar el informe que se había realizado en un primer momento al estallar el escándalo Gürtel, pero actualizado con las últimas informaciones con las que se habían hecho los policías que llevan la investigación. El juez, a continuación, entregó estos informes a las partes personadas en el caso, y así saltó a la luz pública.

¿Es Mato quien 'mata' a Cosido?
Aunque se informa de presuntas presiones desde el entorno de Ana Mato sobre el ministerio para que los informes no salieran a la luz, la entrega de los papeles parecía inevitable ante las solicitudes del juez. Incluso 'enemigos declarados' del director general, como el secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), José Sánchez Fornet, han salido sorprendentemente en este caso en defensa de Cosidó, como se ve en su cuenta de Twitter de hoy.



En fuentes oficiosas del Ministerio, donde se reconoce que Fernández Díaz está muy molesto con Cosidó incluso por sus "excesivas apariciones en actos televisados", lo que se anuncia es que el cese del director general de la Policía se 'vestirá' con el derecho que asiste al nuevo Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que era el jefe de gabinete del propio ministro, a trabajar "con un equipo de su confianza".