Sede de 13 TV. Imagen: 13tv.es

 

 


Los regalos de las licencias de televisión han llegado antes de navidad, cuando se celebrarán las elecciones. Casualidad o no -los organismos internacionales de libertad de prensa creen que no- el Gobierno ha licitado seis nuevos canales de televisión y entre los agraciados  está la Conferencia Episcopal, que consigue una cadena en propiedad para 13TV.

Tal y como avisó ELPLURAL.COM el pasado 11 de septiembre, 13TV, la televisión de los obispos, ha sido una de las agraciadas en el reparto de seis canales de TDT realizado por el Gobierno. Un grupo en el que están Mediaset (Telecinco y Cuatro) y Atresmedia (Antena 3 y LaSexta) y Real Madrid TV, que se han hecho con los tres canales HD, y el Grupo Secuoya y KissFM, que junto a la Conferencia Episcopal, gozarán de sendos canales SD.

Los grandes perjudicados, que habían aspirado a tener su propio canal, han sido PRISA, editora del diario El País, El Corte Inglés y el grupo Vocento, editor del diario ABC. La decisión ha sido comunicada por el Gobierno a los agraciados y lo ha hecho público Raúl Berdonés, presidente del Grupo Secuoya, en Twitter, donde ha avanzado que el suyo será un "canal generalista familiar" bajo el nombre de D10.

 

 


 

En junio de este año, un grupo de representantes de diferentes organizaciones que velan por la libertad de prensa en diferentes países visitó España y salió con muy mal sabor de boca. Entrevistados por The Guardian, señalaron varios aspectos que atacaban este derecho, que estaba "siendo debilitado ante las elecciones previstas para noviembre de este año".

Además de la "sobrepolitización de RTVE" o de reformas como las auspiciadas bajo "la ley mordaza", los expertos señalaron "el hecho de que seis nuevas licencias de televisión serán concedidas por el Gobierno, y no por un regulador independiente", así como "la presión privada sobre los propietarios y editores para no sobrepasarse de la línea".

El reparto de las licencias es una clara muestra de cómo se ha comportado el Gobierno en materia periodística. Destaca la concesión  a 13TV de un canal, dado que hasta ahora emitía en una frecuencia de Unidad Editorial con un coste de 2 millones anuales de alquiler, lo que dará a los obispos un respiro financiero en la deuda de 25 millones que tiene su televisión. Cabe recordar que este grupo mediático ha sido uno de los más leales al Gobierno, como prueba la plácida entrevista que Carlos Herrera realizó a Mariano Rajoy o el hecho de que sea la única cadena en la que la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se ha encontrado tan cómoda como para ofrecer allí sus únicas dos apariciones televisivas.

También cabe destacar que el propietario de la sede de 13TV es la empresa Centros Comerciales Raíces 3000, propiedad del controvertido Leopoldo Arnáiz, urbanista de cabecera en los Ayuntamientos madrileños del PP y que, además de testigo en el Tamayazo, tiene varias causas pendientes con la Justicia. Pecadillos que seguro que los obispos le perdonan, aunque sea porque su tío es San Rafael Arnáiz Barón, que fue canonizado por Benedicto XVI en 2009.

Tampoco pasa por alto la concesión al Grupo Secuoya, donde hasta hace año y medio estuvo trabajando como consejero el polémico Miguel Ángel Rodríguez, ex secretario de Estado de Comunicación con José María Aznar.  Secuoya había centrado hasta ahora su negocio en las privatizaciones de canales autonómicos gobernados por el PP, siendo uno de sus últimos logros la concesión de la gestión de la televisión murciana, con un contrato de 60 millones por seis años.

En lo que se refiere a Atresmedia y Mediaset, recuperan dos canales en HD, después de que el año pasado perdieran tres y dos respectivamente tras una sentencia del Tribunal Supremo que anulaba las concesiones. Las dos cadenas se tomaron muy mal la decisión. Atresmedia emitió un mensaje que decía "el gobierno nos obliga a cerrar, Xplora, Nitro y laSexta 3", mientras que Mediaset realizó un anuncio en que dos de sus canales, representados por personajes de una familia, eran atropellados por un coche oficial mientras se leía el lema: "Entre todos las mataron".

La incógnita sobre esta nueva concesión ha sido utilizada por parte del Gobierno a veces como un palo y a veces como una zanahoria para presionar a las dos grandes empresas audiovisuales, dado que ambas mantienen dos canales (LaSexta y Cuatro) muy críticos con el Gobierno. Pero en ambas compañías se esperaba que el Ejecutivo no sería capaz de negarles la concesión en vísperas de las elecciones. Por lo que la zanahoria parece haberse impuesto.