Si hasta hace poco las compras en internet eran casi residuales o anecdóticas, en los últimos años, esta práctica ha crecido mucho. Ya no se trata tanto del sector turístico u ocio, actualmente, cada vez más son las personas que tienen instaladas en su móvil una app de súper online. Este hecho quiere decir dos cosas: cada vez se efectúan más operaciones a través del smartphone y cada vez está tomando más fuerza a alimentación en el mundo online.

La tecnología ha cambiado nuestra forma de hacer las cosas. Basta pensar a situaciones concretas del día a día. Si antes, simplemente, se utilizaba en el trabajo, ahora nos hemos digitalizado en la manera de relacionarnos con nuestros amigos (redes sociales), en la manera de ver programas de la televisión (comentando y/o siguiendo algún hashtag) y ha cambiado hasta la televisión en general, provocando la creación de nuevas plataformas (Netflix o HBO).

Estos son sólo algunos ejemplos, muy básicos, pero la tecnología ha inundado todo, haciendo la vida más fácil, más inmediata. ¿Cómo no iba a cambiar algo tan cotidiano como hacer la compra?

Si bien el comercio online está creciendo de forma vertiginosa en muchos sectores, en el de la alimentación va aún todavía despacio. Según la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ya supone alrededor del 3,2% de las compras online y, respecto al año precedente ha incrementado 1 punto.

Un estudio de la consultora Nielsen, "Comercio Conectado", presentado a principios de año, afirmaba que el 40% de los españoles estaría dispuesto a realizar la compra cotidiana en internet. Entre las barreras que más se enumeraban en la encuesta para no hacerlo era la inseguridad en cuanto a los productos frescos.

En este sentido, en el momento en el que el año pasado Amazon anunciara su venta de productos frescos, la desconfianza en los usuarios ha comenzado lentamente a disiparse ya que cada vez se dan más garantías del buen estado de llegada de los alimentos, el usuario lo ha valorado y los supermercados se están esforzando cada día más en el canal online que se estima seguirá creciendo en los próximos años.

Con el desarrollo de las aplicaciones para Smartphone, hacer la compra de vuelta del trabajo y de camino a casa es cada vez más sencillo. De hecho, esto es, justamente, lo que más valoran los usuarios según los expertos: la comodidad, la rapidez y el ahorro de tiempo. 

Así, las aplicaciones se están especializando más, como la app de DIA que ofrece al usuario una buena experiencia de compra y optimiza aún más su proceso de compra: asociación de productos, listas guardadas, ofertas en productos que se suelen consumir...Los amplios pasillos con carrito en mano cada vez se están virtualizando más, desarrollando también el poder de la ubicuidad. Nunca se pudo hacer la compra en el súper yendo en un autobús camino a casa.

Habrá que esperar nuevos estudios que dicten cuál va a ser la tendencia a futuro y si el sistema de compra online acabará sustituyendo al tradicional o no. Lo que está claro es que es una posibilidad a explorar.