Propiedades inmobiliarias
Coincidiendo con el aniversario del fallecimiento del conde de Barcelona, este 1 de abril se cumplen 20 años, la revista desvela la herencia dejada por el padre del Rey, entre la que se incluyen propiedades inmobiliarias valoradas en más de 350 millones de pesetas: el chalé familiar de Puerta de Hierro, en Madrid, un apartamento en Estoril y parte de un inmueble de oficinas en la Gran Vía madrileña. Aunque el grueso de su patrimonio lo constituían tres cuentas domiciliadas en Suiza: una en Ginebra y dos en Lausanne. Todo sumaría un patrimonio de unos 1.100 millones de pesetas.
Cuentas en el extranjero
Las cuentas en el extranjero están recogidas en el documento "Tramitación y cumplimiento de las voluntades testamentarias", que da cuenta del reparto de la herencia del conde de Barcelona.
Una de las cuentas, en la Société de Banques Suisse, de Lausanne, disponía de 3.577.851 de francos suizos (FS), pero poco después se retiró el equivalente a 50 millones de pesetas para la infanta Margarita por orden de su padre. El montante de una segunda cuenta, la "cuenta corriente en Lausanne", ascendía a 1.622.324 FS. Y la tercera, "cuenta corriente en Ginebra", contaba con 2.755.600 FS.
La herencia de las infantas
La cuenta con 3.032.000 francos suizos, una cantidad a la que, por mandato del padre del Rey, ya se habían restado 50 millones de pesetas para mejorar la herencia de su hija Margarita. "El montante", se lee en la documentación sobre esta cuenta, "es ya neto después de deducir el contra-valor de 50.000.000 de pesetas, ingresados a S.A.R. la Infanta Dª Margarita, en cumplimiento de la voluntad de su Augusto Padre". Las infantas Margarita y Pilar recibieron en total 172 y 131 millones de pesetas, respectivamente.
Lo que recibió el Rey
En octubre de 1993, cuando se ejecutó el reparto de la herencia, 2.766.312 francos suizos pasaron al control del entonces jefe de la Casa Real, es decir, el Rey. A beneficio de don Juan Carlos están anotados 2.500.000 FS -229 millones de pesetas en aquel año.
Don Juan pidió discreción sobre las cuentas en el extranjero
El conde de Barcelona había pedido máxima discreción sobre los depósitos en el extranjero, porque “podrían crear el beneficio de la duda sobre la existencia de cifras mayores”. Los encargados de la liquidación del testamento dejaron su recomendación por escrito: "La imagen y prestigio de S.A.R. el conde de Barcelona podría quedar afectada, ya que de todos ha sido siempre conocida la inexistencia de una fortuna o recursos importantes".
