En tiempos de crisis es cuando más se necesita un líder. Eso es lo que ocurrió en la jornada del lunes. Al menos así lo creen en Ferraz, donde se desgañitan por reivindicar el buen hacer del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez y, por supuesto, su capacidad para tomar el control de la situación. No sucede así en el flanco derecho del espectro ideológico, donde Partido Popular y Vox reciclan su argumentario de la gestión de la DANA para extrapolarlo al apagón. Los conservadores han variado su posición desde el incidente, pasando de un tono apegado al sentido de Estado a trufar sus intervenciones con ataques al Ejecutivo. Estrategia que marcó Isabel Díaz Ayuso al filo de la medianoche del pasado día, con un discurso similar al que salía del cuartel general de Vox. La máquina del fango y del bulo, como la bautizó el presidente, no se apagó con el corte del suministro.

El apagón no detuvo los misiles que lanzaron desde Bambú miembros de la ultraderecha. Encabezados por Santiago Abascal, Vox aprovechó la caída de la noche para arremeter contra el conjunto de un Gobierno enclaustrado en la sede de Red Eléctrica para dar respuesta a la crisis. Activaron la máquina destructiva en redes sociales, donde desplegaron una colección de publicaciones en X –antes Twitter- en las que incluso descargaban la responsabilidad del incidente sobre el Complejo presidencial. Fue el propio líder de la fuerza de extrema derecha el que dio el pistoletazo de salida a la caza de brujas, aireando teorías conspiranoicas y resucitando un vídeo de 2022 que poco o nada tenía que ver con lo sucedido en el arranque de la semana.

Abascal intentó sacudir la oscuridad de las calles con avisos de que “lo peor de Sánchez está por llegar”, señalando directamente al jefe del Ejecutivo por sumir al país en el “caos” durante 10 horas. Acompañando sus post de una intervención de Sánchez en el Senado en 2022, con la que combatía el bulo de un apagón mundial por culpa de la guerra de Ucrania, el dirigente ultraderechista comparó al presiente con los “saqueadores” porque “saca provecho del caos”. Además, de mandar a la portavoz y al secretario general del Grupo Parlamentario a cargar contra el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por no llamar a su partido en la ronda de contactos. Algo que, según confirman a este periódico voces conocedoras de las conversaciones, no sucedió. Es más, Félix Bolaños sí les telefoneó, pero no obtuvo respuesta alguna.

No obstante, todas esas publicaciones no fueron sino un aperitivo de la declaración de Abascal difundida por Vox este martes, en la que pedía la cabeza de Sánchez por su gestión del apagón y reclamaba al Gobierno que “rectifique su fanatismo climático”. En línea con sus tuits, el líder ultraderechista auguró que no sería la “última vez” que el jefe del Ejecutivo suma a España en “el caos”, mientras salpimentaba su intervención con mantras clásicos como la “destrucción de centrales energéticas” o el golpe de timón de Moncloa –y la Unión Europea- hacia China.

Ayuso marcó el camino…

Otro rostro de los popes de la derecha española, Isabel Díaz Ayuso, hizo lo propio en la medianoche del lunes, continuando este martes en las ondas de Es la Mañana de Federico, en EsRadio. La presidenta de la Comunidad de Madrid cerró la jornada del incidente con acusaciones directas a Sánchez por trufar de “ideología y sectarismo” la acción ejecutiva del Gobierno que, a la postre, les conduce a no tomar decisiones de calado, además de carecer de “planes en el largo plazo”. Ante Losantos, lejos de edulcorar su postura, la acentuó. Se encargó de dibujar a un Consejo de Ministros “desastroso” al laminar con su gestión de la crisis del apagón “la imagen” de España de cara al exterior. “Somos un país al que se le funden los plomos y no sabe por qué”, espetó en los micrófonos de EsRadio.

La lideresa, que aprovechó la coyuntura para colgarse la medalla del funcionamiento del Metro de Madrid, advertía de que podría “producirse muchas veces de nuevo” una situación similar a la de este lunes, censurando la “actuación lenta e ineficaz” del Gobierno de coalición. “Madrid es una región de siete millones de habitantes y no ha habido problemas importantes. Tampoco tenemos que lamentar pérdidas, heridos o desórdenes públicos”, apuntaló con orgullo la baronesa conservadora, que ha ido atenuando su discurso a lo largo de la mañana del martes.

…y Feijóo rectificó

Las trazas de sentido de Estado a la crisis energética las puso el líder de la oposición en la tarde del lunes. Feijóo, en contraposición a la catástrofe de la DANA, redujo el tono y apostó por un discurso comprensivo para aportar soluciones y mano tendida, más que entorpecer la acción del Ejecutivo. Pero de ese buenismo poco ha quedado este martes. El presidente del Partido Popular vio su discurso intoxicado por las palabras de Ayuso, en ese juego de poder orgánico que aún se disputa en Génova.

El tono beligerante de la baronesa madrileña obligó al líder del partido a corregir el rumbo y desplegar un argumentario más crítico contra el Gobierno de Sánchez. En una entrevista concedida a Mediaset, recriminó a Sánchez no haber podido conversar con él pese a que intentó ponerse en contacto con Moncloa “desde la una y media de la tarde”. Lo hizo a través de un SMS, aunque poco después admitió que “parece que después intentó” telefonear al jefe de los conservadores, pero “no fue posible”. Pero la cabeza visible del principal partido de la oposición abandonó la comprensión para pasar a la ofensiva contra Moncloa, denunciando una respuesta tardía del Ejecutivo y, como a finales de octubre de 2024, reprochándole no haber asumido el mando para dejar “a demanda de las autonomías” la solicitud de activación del nivel 3 del Plan de Emergencia.

Ello condujo a Feijóo a concluir que el Gobierno está “sobrepasado” por la situación. Juicio que emitió preocupado, como Ayuso, por la imagen que España está proyectando al resto del mundo. En consecuencia, reclama explicaciones a Moncloa porque la ciudadanía necesita saber “qué ha ocurrido”. “Llevamos 20 horas sin una explicación oficial de por qué cayeron la luz y las comunicaciones”, remataba el líder de la oposición en una intervención que rompe con el discurso emitido en la noche del lunes.

Un “oportunista político”

El volantazo argumental de Núñez Feijóo ha reactivado a un Partido Socialista que sale en defensa del presidente del Gobierno. Fuentes de Ferraz han reivindicado la respuesta del Ejecutivo y la figura de “líder” de Sánchez cuando el país más lo necesitaba. Al mismo tiempo, lamentan que en Génova no conozcan el significado de la expresión “sentido de Estado”. Consideran irresponsable la actitud del jefe del principal partido de la oposición, dejándose caer por los medios de comunicación con el “único objetivo de sacar provecho personal”. Es la viva imagen, continúan las mismas voces, de un “oportunista político” que se mueve mejor en la “deslealtad institucional” que en la “política de altura”.

En contraposición, se retrotraen a la catástrofe de la DANA para comparar la labor de Sánchez al frente de la crisis del apagón con la del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, que el día que el temporal segó la vida de más de 200 personas, se marchó a una comida, apagó el móvil y apareció por el centro de control de crisis “a las ocho de la tarde a ver cómo iban las cosas”. “Para Feijóo, es una gestión valiente y coherente. Sin embargo, cuando Sánchez estuvo desde el minuto uno al frente de la emergencia desde la sede de Red Eléctrica, aparece para criticar y sacar partido político”, resuelven.

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