Vox ha plasmado en un informe económico los bulos económicos en los que sustenta su cruzada racista contra los inmigrantes negros, africanos y musulmanes. El partido ultra, que sigue en reñida disputa en las encuestas por la primacía de la derecha, no solo amenaza con deportaciones masivas y calienta la calle contra la inmigración, como ocurrió este verano en Torre Pacheco. Ahora, Abascal también quiere convencer a sus bases y simpatizantes de que la inmigración no sirve para contrarrestar el invierno demográfico que vive España “ni va pagar” las pensiones del futuro.
Así lo recoge el laboratorio de ideas de Vox, la fundación Disenso, en su último informe sobre la materia, titulado: “La inmigración y su impacto económico negativo en el Estado de Bienestar”. Un texto en el que Abascal se basa para justificar que la inmigración supone una “quiebra” para las arcas públicas.
Disenso ha llevado a cabo una serie de simulaciones para supuestamente comprobar la contribución neta de los inmigrantes al Estado a lo largo de todo su ciclo de vida. “El análisis detallado muestra una realidad menos optimista de la que frecuentemente se nos presenta”, aseguran.
En su primera simulación, Disenso radiografía la contribución de “un hombre africano” que llega a España con 18 años. Es su forma de referirse a los marroquíes, que representan “el 70% de los inmigrantes que vienen de África”.
Esta es su simulación: “Empieza a trabajar inmediatamente, con 18 años, y cobra el salario medio para un hombre africano durante toda su vida laboral: 20.060 euros. Trabaja ininterrumpidamente hasta los 66 años, cuando se jubila y cobra la correspondiente pensión. Fallece con 90 años. A lo largo de todo el ciclo de vida, su contribución neta total es de -158.044 euros”.
Su segundo análisis económico, de claro tinte racista, calcula el impacto para las arcas públicas de los llamados inmigrantes de segunda generación, los que han nacido en España y que Vox quiere expulsar por millares. Disenso habla de lo que cuesta “un africano nacido en España” y cuadriplica su coste para los españoles.
“Realiza sus estudios en un centro público. Empieza a trabajar con 22 años, y cobra el salario medio para un hombre africano durante toda su vida laboral: 20.060 euros. Trabaja ininterrumpidamente hasta los 66 años, cuando se jubila y cobra la correspondiente pensión. Fallece con 90 años. A lo largo de todo el ciclo de vida, su contribución neta total es de -422.946 euros”.
La tercera simulación realizada por los cebreros del laboratorio de Vox hace el mismo cálculo, pero aplicada a las familias africanas. En concreto, el caso de “hombre y mujer africanos que llegan con 18 años, se casan y tienen dos hijos”. En este supuesto, sostienen que la familia completa adeuda al Estado casi un millón y medio de euros al final de su vida.
“Hombre y mujer africanos que llegan a España con 18 años. Empiezan a trabajar inmediatamente, con 18 años, y cobran el salario medio para un hombre y mujer africanos durante toda su vida laboral: 20.060 euros y 14.259 euros, respectivamente”, sostienen.
Su delirio creativo va más allá y anula cualquier posibilidad de que los inmigrantes de segunda generación puedan mejorar sus perspectivas vitales gracias al ascensor social. “Con 28 años se casan y ella deja de trabajar. Con 30, tienen un hijo y una hija, que estudian en centros públicos hasta que estos cumplen 22 años”, añaden.
“Cuando los hijos tienen 24 años, empiezan a trabajar y cobran el salario medio para un hombre y mujer africanos durante toda su vida laboral: 20.060 euros para él y 14.259 euros para ella. El padre trabaja ininterrumpidamente hasta los 66 años, cuando se jubila y cobra la correspondiente pensión. Fallece, a la vez que la madre, con 90 años”.
“Por su parte, los hijos trabajan ininterrumpidamente hasta los 66 años, cuando se jubilan y cobran la correspondiente pensión. Ambos fallecen con 90 años. A lo largo de todo el ciclo de vida de la familia, su contribución neta total es de -1.496.502 euros”.
Los cálculos son simplistas pero eficaces para agitar a sus masas contra la población negra y los menores no acompañados.
A partir de estos resultados, la Fundación Disenso concluye que solo los inmigrantes con salarios medios superiores a 45.150 euros anuales —equivalentes a perfiles de alta cualificación— tendrían una contribución neta positiva para las arcas públicas. Es decir, Vox solo quiere a inmigrantes blancos, bien formados, y con capacidad de aterrizar en España y empezar a cobrar un salario por encima de la media de muchos jóvenes españoles.
Todas estas cifras se basan en una serie de supuestos extremadamente simplificados que reducen la complejidad de los procesos económicos y demográficos reales. Se asume que los salarios medios de inmigrantes africanos permanecen congelados durante toda la vida laboral, sin mejoras ni movilidad económica. No se consideran efectos indirectos o multiplicadores, como el consumo, la creación de empleo o la contribución a la demanda interna. El modelo no diferencia entre tipos de impuestos ni prestaciones (por ejemplo, IVA, IRPF, cotizaciones sociales, consumo, vivienda o impuestos locales).
Se da por hecho que los servicios públicos utilizados (educación, sanidad, pensiones) tienen costes fijos y lineales, sin contemplar economías de escala o retornos sociales. Tampoco se incluye la segunda generación de inmigrantes más allá del coste educativo, ni su potencial de ascenso socioeconómico, documentado por diversos estudios académicos.
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