Ante el avance de la enfermedad y con la mayoría de los territorios favorables a aplicar lo que sea para detener el avance del Covid-19, Pedro Sánchez ha invitado a las comunidades autónomas a solicitar al Congreso de los Diputados el estado de alarma parcial o total en su territorio, si lo consideraran necesario para detener la pandemia.

Desde el 21 de junio, al concluir el ultimo estado de alarma, las decisiones en la lucha contra el virus quedaron en manos de los ejecutivos autonómicos. Estos tienen transferidas esas competencias hace varios años y cuentan además con el apoyo del ministerio de Sanidad.

Hasta ahora, parecía, que se habían acabado los debates esotéricos en el Congreso de los Diputados, cada vez que el Gobierno central solicitaba una nueva prórroga del estado de alarma. Pero no ha sido así. Al presidente del PP, Pablo Casado, le faltó tiempo ayer para recargar sus baterías contra Sánchez, con la misma virulencia que si Cayetana Álvarez de Toledo continuara a su lado, pero reclamando justo lo contrario que defendía en las votaciones del estado de alarma propuestas por la Moncloa. Así que, los culpables siguen siendo los mismos, esta vez por trasladar la responsabilidad a las comunidades autónomas.

 En cuanto a la escuálida cantidad de rastreadores para seguir el recorrido de los contagios, Sánchez ofreció a las autonomías 2.000 rastreadores de las Fuerzas Armadas. En una declaración institucional hecha al término del primer Consejo de Ministros del nuevo curso político, exhortó a todas las comunidades a poner en marcha cuanto antes la aplicación Radar Covid para doblegar la "segunda curva" que está trazando el coronavirus.

Entre las comunidades con mayores problemas que exigen que el Ejecutivo vuelva a ponerse al frente de la acción sanitaria, el gobierno autonómico de Madrid se lleva la palma. Sus serios problemas han conducido a Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, a advertir con preocupación que Madrid ha de tomar medidas “drásticas” ante la aceleración de la pandemia. Frente a las acciones de otros territorios, se limita a pedir a los ciudadanos que eviten las interacciones sociales innecesarias. Y en esta huida hacia adelante que protagoniza la popular Isabel Díaz Ayuso está dejando huérfanos de asistencia a los madrileños.

Que no se equivoquen el PP ni sus portavoces informativos. Los ciudadanos están preocupados por lo que pasa y lo que puede ocurrir. Pero la inquietud sería mucho mayor sin las medidas que el ejecutivo de Pedro Sánchez ha propiciado. Recordemos que en una crisis anterior, el gobierno conservador priorizó el rescate a los bancos en detrimento de las personas. Cada Comunidad tiene que asumir sus responsabilidades. Es su deber. Ya está bien de cortinas de humo.