Este 3 de diciembre se han constituido las Cortes y sus señorías han acatado la Constitución Española dando el pistoletazo de salida a la XIV legislatura de nuestra democraciaMeritxell Batet ha sido investida presidenta del Congreso de los Diputados, encabezando así una Mesa con amplia mayoría de izquierdas tras el desacuerdo protagonizado entre PP, Cs y Vox para unir fuerzas en un anhelo común.

Pablo Casado propuso un pacto a sus homólogos para conseguir cuatro puestos en el órgano rector de la Cámara. La idea era que los populares se quedaran con dos puestos, haciendo partícipes con un representante a sus dos compañeros de viaje. Sin embargo, la extrema derecha denegó desde el principio esta opción, alegando que este trato preferencial no se tuvo con ellos tras el 28 de abril.

El ‘no’ de Abascal y su pléyade certificó que la relación atraviesa un momento delicado. Los ultras han abierto una lucha directa y sin escrúpulos contra sus socios de Gobierno autonómicos. Después de alcanzar la tercera plaza en el Congreso y arrastrar a Ciudadanos al ostracismo parlamentario, su siguiente objetivo es el PP: igual que hiciera previamente Albert Rivera, Santiago Abascal tiene a Pablo Casado en el objetivo, y no duda en presentarse como alternativa a los populares y verdadera oposición a las fuerzas progresistas.

Tanto es así que, pese a repercutir negativamente en el bloque, la derecha ha preferido mantener el ego propio que combinarse para conseguir un representante más en la Mesa, cediendo este honor a Gerardo Pisarello (Unidas Podemos). Eso sí, tras la evidente falta de conexión y la certificación del momento de tensión ha llegado el momento de repartir culpas.

El relato ha sido la última de las batallas que se ha librado en los pasillos de la Cámara. Lanzándose descalificativos públicos y privados, PP y Vox han tratado de quedar de puertas para fuera como las víctimas del estropicio ocasionado por el enquistamiento entre las partes, Cansados de intentar arreglar una grieta que no cesa, sus dirigentes han salido de sus charlas subrepticias para atacar frente a los micros y en redes sociales.

El primero de ellos ha sido Teodoro García Egea, que, sin pelos en la lengua, ha puesto un tuit crítico con la estrategia adoptada por los ultras: “Gracias a que VOX no ha aceptado la propuesta de que PP, Cs y VOX estemos juntos en la mesa, el señor del vídeo será secretario de la mesa del Congreso”, escribía adjuntando un vídeo de Pisarello tratando de que una bandera de España no fuera colgada en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona.

De una forma más cauta, Pablo Casado ha recordado que la desunión de las tres fuerzas causa estragos entre los intereses de la derecha. Aprovechando para cargar contra Ciudadanos y Vox al mismo tiempo, el líder popular ha sentenciado: “En las elecciones ofrecimos España Suma a Cs y lo rechazaron, regalando dos victorias a Sánchez. Ayer ofrecimos un pacto para la Mesa del Congreso a Vox pero se negaron, regalando un representante a la izquierda. La división del centro y la derecha es el salvavidas de Sánchez”.

Pero el popular no se ha quedado ahí. En rueda de prensa ha vuelto a arremeter contra la extrema derecha, condenando que se dediquen a “repartir carnés de patriotismo” mientras dejan que “la izquierda radical” tenga más cuotas de poder.

Vox pone en peligro los gobiernos autonómicos

Una vez concluida la sesión constitutiva de la XIV Legislatura, Espinosa de los Monteros ha acusado al PP de haber caído en un "capricho infantil" y permitir con ello que "el comunismo" cuente con un asiento más en la Mesa del Congreso en detrimento de su formación.

"Estar o no estar en la Mesa es cosa de importancia relativa, lo que es significativo es cómo el PP ha preferido que entren los comunistas a que entre Vox", ha subrayado el portavoz parlamentario de Santiago Abascal, que cree que hasta los 'populares' son conscientes de su "error" y ahora intentan justificarse.

A su juicio, es "insólito" el "mero debate" sobre la presencia de Vox en el órgano de control de la Cámara Baja, ya que se trata de la tercera fuerza parlamentaria con 3,7 millones de votantes. "Guste más o guste menos, y ya vemos que en esta Cámara gusta poco, Vox ha venido para quedarse", ha avisado.

Para Espinosa de los Monteros, el PP ha demostrado que "no es un partido de fiar" y por tanto los equipos municipales y autonómicos de Vox "estarán más atentos y cautos" a sus pactos con los populares. "Tendrán que ser aún más exigentes y esa será la tónica donde desde fuera apoyamos gobiernos sin pedir ningún cargo", ha insistido.

Ciudadanos no entra y culpa a PSOE y Vox

Ciudadanos continúa con su travesía por el desierto después de la debacle electoral que costó la cabeza del propio Albert Rivera. Inmersos en procesos internos, los naranjas han visto este martes como sus 10 diputados eran inútiles para lograr representación en la Mesa del Congreso.

El ‘no’ de Vox a ceder un puesto en su favor sentenció la partida. “¿Qué pasó hoy? PSOE ha preferido a Vox, en vez de a Cs. Vox ha preferido a Podemos, en vez de a Cs”, han sentenciado en sus redes sociales.