El presidente del PP, Pablo Casado, ha condenado los escraches a dirigentes políticos como el vicepresidente Pablo Iglesias o el ministro José Luis Ábalos en sus domicilios, aunque quienes ahora los sufren los considerasen en el pasado "jarabe democrático", expresión utilizada en 2013 por el líder de Podemos. Además, ha defendido el "deber" de los ciudadanos a manifestarse. 

"Su problema no son las caceroladas, que bien las organizaban contra el jefe del Estado"; señala el jefe de la oposición, que enumero las "protestas" en las calles de Madrid y otros barrios de España. 

"Tampoco es su problema las protestas de Núñez de Balboa ni en otros tantos barrios donde los ciudadanos tienen el derecho y el deber a criticarlo", subraya

En su intervención Casado también ha denunciado estas manifestaciones ante los domicilios particulares de los políticos, "hay líneas rojas que no se pueden sobrepasar, como la intimidación, más aún en el ámbito familiar".

El dirigente 'popular' ha recordado que lo que era "jarabe democrático" ahora es denunciado por quienes los sufren y ha advertido que no se plantee responder a estos actos "desde los resortes del poder", porque sería "mas grave".