Las autoridades brasileñas entregarán a la justicia española este viernes a Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de los abogados de Atocha de 1977, que fue detenido en Sao Paulo tras más de 20 años en busca y captura.

La extradición del condenado fue autorizada a mediados del pasado mes de agosto por la Sala Segunda del Tribunal Supremo de Brasil y desde entonces estaba a la espera de ser confirmada. Había sido detenido en diciembre de 2018 en Sao Paulo (Brasil). Una vez llegue a España ingresará directamente en prisión.

La Audiencia Nacional condenó a García Juliá a 193 años de cárcel en 1980 por lo que, cuando se produzca la entrega será este órgano el que tramitará el traslado al Aeropuerto de Barajas de una comisión judicial ejecutoria que portará un mandamiento de prisión referido a la orden de busca y captura que pesaba sobre el extremista.

Nueva liquidación de condena 

Una vez en prisión se deberá hacer una nueva liquidación de condena por parte de las autoridades penitenciarias y que debe ser validada por la Audiencia Nacional, y sobre la que cabrá recurso por las partes.

Ya en diciembre de 2018, cuando se conoció su detención, fuentes jurídicas apuntaron que García Juliá deberá además someterse a un nuevo juicio cuando sea entregado a España por quebrantamiento de condena. Este procedimiento se tramitaría en los juzgados ordinarios.

La decisión del Supremo brasileño sobre García Juliá se adoptó por unanimidad y sigue el criterio de la Fiscalía General brasileña. Los magistrados consideran que la petición de extradición del Gobierno español cumple los requisitos de doble tipicidad y doble castigo y que, además, la causa por la que se reclama a García Juliá no se refiere a crímenes políticos, sino a delitos comunes.

Como integrante del grupo de terroristas de extrema derecha que perpetraron la matanza en un despacho de abogados de Comisiones Obreras en la calle de Atocha de Madrid, García Juliá fue condenado como autor material de cinco asesinatos, así como por otros tres asesinatos frustrados y por tenencia de armas.

Huido desde 1994

Tras cometer el crimen, a la edad de 22 años, pasó más de un mes escondido hasta que fue detenido en marzo de 1977 y, posteriormente, juzgado y condenado. En 1991 se le concedió la libertad condicional y en 1994 solicitó autorización judicial para salir de España.

Desde entonces, consiguió mantenerse oculto sin atender al requerimiento judicial formal, residiendo en países como Chile, Argentina, Venezuela y, finalmente, Brasil. Cuando fue arrestado el pasado diciembre, García Juliá utilizaba una identidad falsa de un ciudadano venezolano.

La Audiencia Nacional había mantenido abierta la petición de búsqueda, detención e ingreso en prisión de García Juliá para que cumpliera en España los más de 3.800 días (poco más de diez años) que tiene pendiente de prisión después de que se le revocara la concesión de libertad provisional.