“Apreciamos los primeros pasos dados, pero la voluntad de negociar no puede estar sujeta a un interés partidista a corto plazo”. Estas han sido las palabras que Pere Aragonès ha dedicado a Pedro Sánchez, en un artículo publicado este martes en el Financial Times. El president de la Generalitat apremia al jefe del Ejecutivo a cumplir con los acuerdos de investidura suscritos entre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el PSOE. Compromisos que, según el máximo mandatario catalán, Sánchez tendrá que cumplimentar y ha avisado de que estarán vigilantes. Entre medias, resuenan presiones para celebrar un referéndum en Cataluña, mientras desde Madrid EH Bildu llama a la calma a través de su portavoz parlamentaria, que reclama un debate “sereno” antes de convocar una consulta de autodeterminación. “Las prisas son malas consejeras”, ha advertido.

Apenas ha pasado un mes desde la coronación de Pedro Sánchez, pero en sectores del independentismo mantienen los mismos niveles de presión hacia el jefe del Ejecutivo ante la falta de confianza en las relaciones con sendas formaciones. De hecho, tal y como han explicado en reiteradas ocasiones, de ahí se extrae el principal argumento de designar a una tercera parte, el verificador, que vele por el cumplimiento de los acuerdos. Por ello, asimismo, el president de la Generalitat insiste en sus avisos constantes dirigidos al Palacio de la Moncloa. “Tendrá que cumplir sus compromisos y nos aseguraremos de que lo haga”, ha precisado Pere Aragonès en un artículo publicado por el Financial Times.

En el escrito, Aragonès precisa que los acuerdos o la voluntad de negociar no está atornillada a un “interés partidista a corto plazo”. En otras palabras, la investidura del propio Sánchez. En ERC aprecian “los primeros pasos dados” y no dejarán de exhibir un perfil exigente para con los socialistas, sin perder el carácter responsable. Así lo ha hecho saber el president en su artículo, desde donde ha avisado de que Cataluña está preparada “para perder o ganar” en un referéndum de autodeterminación, recuperando los ejemplos de Reino Unido con Escocia y Canadá con Quebec como principal argumento.

En suma, ha reclamado a Sánchez valentía para demostrar que sus deseos de resolver el conflicto con Cataluña “van más allá de las palabras conciliadoras”. “No pedimos nada que implique un ataque a cualquier otra nación del mundo y mucho menos a España”, con la que asegura esperan tener unas relaciones vecinales excelentes bajo el paraguas de la Unión Europea.

En cualquier caso, Aragonès emplaza a Moncloa a “aprovechar” la ocasión de atornillar su estabilidad, al tiempo que recuerda que la voluntad de un pueblo persistente es muy fuerte. Por ello, ha reivindicado que “el compromiso con la negociación es también con la estabilidad” en un marco europeo con muchos retos. “Continuaré trabajando hasta que se consiga la independencia de mi país de forma democrática, y no me sentiré intimidado por nada ni por nadie”, ha rematado.

Bildu pide calma

Entre tanto, desde la Carrera de San Jerónimo, la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, avisaba este martes a Aragonès de que avanzar a gran velocidad no garantiza alcanzar las metas. “Las prisas son malas consejeras”, ha asegurado al ser preguntada sobre el artículo escrito por el president de la Generalitat en el Financial Times. La dirigente de la izquierda abertzale entiende que esta cuestión debería estar precedida de un “debate sereno”.

Si bien ha expresado su profundo respeto por sus planteamientos, Aizpurua ha recordado al dirigente republicano que el referéndum de autodeterminación es un asunto “lo suficientemente serio” como para se abra un “debate sereno, tranquilo y despacio”. La portavoz de Bildu en la Cámara Baja, por otro lado, ha celebrado que la ley de amnistía vaya sorteando escollos, aludiendo al primer examen al que hará frente el texto, que tendrá lugar en el Hemiciclo este mismo martes con la toma en consideración.

Aizpurua sostiene que, a pesar de la “hiperventilación” y la “sobreactuación” de muchos actores políticos y jurídicos, la norma devolverá al Parlamento la “primacía que le corresponde frente a los jueces”, permitiendo que el conflicto catalán retome la vía de la política, “de donde nunca debió salir”.