Después de que concluyeran las preguntas de los diversos diputados al Ejecutivo en la sesión de control, Cayetana Álvarez de Toledo gozó de su minuto de gloria en un cara a cara con Pablo Iglesias. La portavoz popular, en sede parlamentaria, aseguró que el padre del vicepresidente del Gobierno “es un terrorista”. Unas palabras que Meritxell Batet quiso retirar del diario de sesiones, lo que provocó un profundo enfado en su predecesora, Ana Pastor.

Las palabras de Cayetana Álvarez de Toledo causaron estupor en la Cámara y en redes sociales, convirtiéndose en uno de los temas del momento. De hecho, Iglesias, en respuesta a la portavoz conservadora, anunció que aconsejaría a su padre demandar a la diputada popular por estas palabras, como ya hiciera con Hermann Tertsch.

Después de que estas palabras de Álvarez de Toledo resonaran en las entrañas del Hemiciclo, en mitad de la sesión plenaria, Meritxell Batet le pidió a la diputada del Partido Popular que rectificara sus declaraciones. Como cabría esperar, la portavoz conservadora rehusó matizarlas y la presidenta del Congreso anunció que las retiraría del Diario de Sesiones.

La decisión de Batet provocó el enfado y las airadas protestas de la bancada del Partido Popular y también de Vox. De hecho, las quejas se reprodujeron en la Mesa del Congreso por parte de Ignacio Gil Lázaro, de la formación ultraderechista, y de la vicepresidenta de la Cámara, Ana Pastor.

La expresidenta del Congreso y diputada del Partido Popular protesto airadamente ante el anuncio de Meritxell Batet, pese a que ella, en noviembre de 2018, hizo lo propio con las palabras “golpista” y “fascista” que se profirieron Albert Rivera y Joan Tardà. Una decisión aplaudida por la Cámara y que estaba sustentada en el Reglamento de la Cámara.

No es un método de “censura”

La propia Cayetana Álvarez de Toledo denunciaba “censura” por parte de Meritxell Batet al anunciar la retirada de su expresión en el diario de sesiones. Sin embargo, se trata de una potestad que tiene la presidencia de la Cámara, amparada en el Reglamento del Congreso de los Diputados, concretamente en los artículos 104.2 y 104.3.

“La Presidencia puede ordenar que no consten en el Diario de Sesiones palabras o conceptos ofensivos a miembros de la Cámara”. Así se recoge en el Reglamento del Congreso de los Diputados. De hecho, según publica Maldita.es, no se trata de una retirada al uso, sino que se señala con una nota al pie localizada a través de un asterisco.