La encarcelación de José Luis Ábalos y Koldo García, ocho días después de la puesta en libertad de Santos Cerdán, ha acelerado el acceso a un capítulo inédito para el Gobierno de Pedro Sánchez. El núcleo duro que vio nacer el sanchismo ya ha entrado o está dentro de la prisión de Soto del Real. Una imagen -aparentemente- desoladora para un partido y un Ejecutivo que padecen una fuga de la confianza de su electorado con un horizonte muy oscuro en su izquierda. No obstante, la mayoría de los expertos apuntan que el desgaste, sobre todo por Ábalos, ya está encapsulado porque la capacidad de indignación de la ciudadanía es limitada y la fatiga moral provocada por la concatenación de escándalos ha neutralizado la naturaleza del problema.
El exministro de Fomento, exsecretario de organización del PSOE y ex mano derecha de Sánchez ya comparte celda con el que fuera su hombre de confianza, García. Lo hacen después de que Cerdán, sucesor de Ábalos, permaneciera entre rejas 143 días por elevados riesgos de destrucción de pruebas. A todos ellos les une una presunta trama corrupta que se desató durante la pandemia, aunque su idiosincrasia no se entendería sin el papel de Víctor de Aldama.
Aldama es el empresario, comisionista y “nexo corruptor” de la trama de las “mascarillas fake”. De hecho, ya cumplió condena de cárcel por ser parte de una trama de hidrocarburos en la que está acusado por pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública, por un fraude que superaría los 180 millones de euros. No obstante, Aldama se ha presentado como una figura popular, inviolable y sobrenatural que resiste a las operaciones de un Gobierno “terrorífico”. El que fuera presidente del Zamora Club de Fútbol y asesor de la aerolínea Air Europa se ha alineado con los resortes que buscan hacer caer al Gobierno bajo el disfraz de una aparente colaboración con la justicia.
Según las investigaciones de la Unidad Operativa de la Guardia Civil (UCO), Aldama se lucró siendo ese intermediario ya que, como estiman, podría haberse llevado casi siete millones de euros, que se habría gastado en viviendas y coches de lujo, tras una “serie de entramados societarios” que utilizaban, presuntamente, para esquivar a la Agencia Tributaria y para blanquear posteriormente esos fondos. El comisionista solicitó al juez, Santiago Pedraz, encargado de la causa de los hidrocarburos, que reconsiderase su situación procesal.
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Poco tiempo después, se conocía la noticia de que Aldama quedaba en libertad con medidas cautelares. Fiscalía Anticorrupción informó al juez Pedraz de la decisión después de considerar que el comisionista había colaborado en la investigación de la trama por la que se encontraba encarcelado. Desde entonces, ha seguido ocupando el foco mediático con sendas entrevistas en estudios de radio, platós de televisión, plataformas de streaming y podcast, canutazos con periodistas y ruedas de prensa, etc., donde ha vertido acusaciones infundadas contra miembros propios y ajenos a la trama. Durante ese tiempo, hizo pública su foto con Pedro Sánchez en un mitin del PSOE en 2019, aseguró ante el juez encargado de investigar el caso Koldo en la Audiencia Nacional haber pagado 650.000€ a Ábalos y 100.000€ a Koldo, 15.000€ a Santos Cerdán, 25.000€ al jefe de Gabinete de la vicepresidenta María Jesús Montero y 50.000€ al entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres; ofreció jugosos detalles sobre el rescate de Air Europa de la estancia de Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Madrid, acudió a la comparecencia ante los medios de la presunta fontanera del PSOE, Leire Díez, ha admitido haberse reunido con Juan Carlos I, acudió a un evento de inauguración de Iván Espinosa de los Monteros, y sigue amenazando a miembros del Gobierno en cada una de sus apariciones públicas, especialmente a Torres y José Luis Rodríguez Zapatero.
Pese a su cierta vinculación con la trama, según los investigadores, la justicia no ha reconsiderado su posible entrada en prisión. Es el único actor principal que no ha cruzado, todavía, las puertas de Soto del Real por esta causa. No obstante, la vicepresidenta Montero ha comunicado que "este Gobierno no se va a dejara chantajear por nadie" y el presidente sigue optando por guardar silencio.