“A mí no me tiene que certificar ningún país la españolidad de Ceuta y Melilla ni la de Valladolid, Barcelona o Santiago de Compostela, son españolas, y punto”. Así de tajante se ha mostrado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, al ser preguntado durante un acto organizado por el Club Siglo XXI sobre esta cuestión.

Unas declaraciones que se producen pocos días antes de que Marruecos y España se reúnan este jueves en Rabat, en un encuentro que ha generado gran expectación en los dos países.

En concreto, Albares ha asegurado que la españolidad de las dos ciudades autónomas no la discute nadie y por tanto no le van “a pedir a nadie” que “ratifique algo que es evidente”. En este sentido, se ha remitido a la reapertura "con normalidad" de las fronteras terrestres con Ceuta y Melilla y también al hecho de que el viernes pasado se realizó una prueba piloto para la reapertura de la aduana de Melilla y la apertura de una nueva en Ceuta, donde hasta ahora no existía, algo "histórico".

En cuanto a la cumbre de este jueves entre España y Marruecos, Albares ha defendido que el encuentro servirá para para poder fijar el calendario para la apertura definitiva de las aduanas, con la vista puesta en evitar "ciertas cosas del pasado" como el llamado comercio atípico. "Hay imágenes que no queremos volver a ver ni en el tráfico de personas ni en el de mercancías" porque "no son dignas de la densidad y la altura que queremos dar a nuestras relaciones", ha recalcado, insistiendo en que tanto España como Marruecos quieren que el paso de personas y mercancías "sea ordenado y gradual".

Doce ministros asistirán a la cumbre; ninguno de Podemos

Por otra parte, ha defendido la importancia de la Reunión de Alto Nivel (RAN) de este jueves en Rabat, la primera en ocho años, destacando que congregará a más ministros que nunca y permitirá la firma de hasta una veintena de acuerdos.

En este sentido, fuentes gubernamentales han adelantado que finalmente serán doce los ministros que acompañen a Rabat al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre los que como ya se había adelantado no habrá ninguno de Unidas Podemos.

Así, está prevista la asistencia de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la tercera, Teresa Ribera, así como los titulares de Exteriores, José Manuel Albares; de Justicia, Pilar Llop, de Interior, Fernando Grande-Marlaska; de Transporte, Raquel Sánchez; de Educación, Pilar Alegría; de Comercio e Industria, Reyes Maroto; de Agricultura y Pesca, Luis Planas; de Cultura, Miquel Iceta; de Ciencia, Diana Morant; y de Inclusión, José Luis Escrivá.

El ministro ya había adelantado que a Rabat irían los ministros que tuvieran temas que tratar con sus homólogos marroquíes. En este sentido, las fuentes gubernamentales consultadas han aclarado que en el caso de que haya que firmar algún acuerdo de las carteras que encabezan miembros de Unidas Podemos, Albares está plenamente capacitado para hacerlo, restando así importancia a su ausencia.

Necesidad de una buena relación con Rabat

Albares ha defendido la necesidad de España de llevarse "de la mejor manera posible" con Marruecos, algo que, comprenden bien en Ceuta, Melilla, Canarias o Andalucía.

En ese sentido ha indicado que el objetivo principal de la cumbre es hacer que "esa relación se asiente sobre bases mucho más sólidas" y que "eviten esas crisis que parecía que España y Marruecos tenían cada 'x' años".

Asimismo, ha querido dejar claro una vez más, aunque sin citar expresamente a Argelia, que España desea tener buenas relaciones con todos sus vecinos y que estas se asienten en "la amistad, el beneficio mutuo y el respeto mutuo".

En cuanto al Sáhara, las citadas fuentes gubernamentales han apuntado a que no será una cuestión que se recoja en la declaración conjunta, toda vez que ya se mencionó en la declaración del 7 de abril tras el encuentro entre Sánchez y el rey Mohamed VI y la postura del Gobierno sigue siendo la misma.

El ministro de Exteriores ha reiterado que España lo que quiere es "ayudar a desencallar un conflicto" que dura ya casi cinco décadas y por ello respalda los esfuerzos de mediación entre las partes que está llevando a cabo el enviado especial de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura.