La abogada Guadalupe Sánchez Baena, conocida por su presencia mediática en medios conservadores y por representar a figuras como el rey Juan Carlos I, Alberto González Amador o el juez Juan Carlos Peinado, ha publicado una dura columna llamada "España en la hora más oscura" en The Objective, en la que sostiene que España atraviesa un “punto de ruptura democrática”. En su artículo, Sánchez Baena ha advertido de que las próximas semanas podrían definir “si queda algo vivo del marco constitucional” y ha expresado su preocupación no solo por las decisiones judiciales pendientes, sino también por la situación interna del Partido Popular y de Vox, a los que acusa de incapacidad para frenar el deterioro institucional.
En su texto, la abogada ha afirmado que lo que está en juego no es únicamente el contenido de dos sentencias - la del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la ley de amnistía y la del Tribunal Supremo sobre el fiscal general -, sino la estabilidad del sistema constitucional español. Según Sánchez Baena, si el TJUE avala la amnistía y el Supremo absuelve al fiscal general, el resultado será “demoledor”, en tanto que, a su juicio, legitimaría al Gobierno y “desactivaría las barreras institucionales” que deberían limitar al poder político.
“Nadie sabe aún qué resolverán el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y el Tribunal Supremo. Pero si el primero avala la amnistía y el otro absuelve al fiscal general, el resultado será demoledor: Sánchez saldrá legitimado, el abuso de poder bendecido, y las últimas barreras institucionales, convertidas en decorado. Ambas resoluciones se convertirán en el blindaje judicial que necesitaba para rematar el proceso de mutación constitucional que lleva años ejecutando sin freno, sin coste y sin respuesta social o política efectiva”, ha apostillado.
La abogada ha sostenido que un aval europeo a la amnistía equivaldría a legitimar actuaciones “propias de un poder totalitario”, y que una eventual absolución del fiscal general se vendería como prueba de lawfare contra el Gobierno: “Se habrá certificado que el espacio político y jurídico de la UE ampara actuaciones propias de un poder totalitario, siempre que se disfracen de convivencia y reconciliación. Y con ese aval, Sánchez tendrá carta blanca para seguir desmontando el orden constitucional desde dentro”.
Aunque las afirmaciones son propias del género opinativo, la columnista ha vuelto a una línea narrativa que ya le ha generado críticas: la construcción de un escenario apocalíptico en el que el Gobierno actúa sin límites, las instituciones se derrumban y la oposición - PP y Vox - es incapaz de ofrecer alternativa. Ese marco, según críticos, le ha permitido proyectarse como voz de autoridad jurídica a la vez que refuerza la posición mediática de algunos de sus propios defendidos.
El papel de Sánchez Baena como analista política despierta cada vez más suspicacias. Su presencia constante en medios afines y su potente perfil en redes sociales (@Proserpinasb) han alimentado preguntas incómodas. A ello se suma que su bufete, Novalex, ha activado decenas de demandas por vulneración del honor contra periodistas, diputados y cargos públicos que han cuestionado a sus representados, en ocasiones reclamando indemnizaciones que, en conjunto, rondan el millón de euros. Sin embargo, pese al ruido judicial y mediático, por el momento no ha obtenido indemnizaciones firmes, según recoge ElPlural.com.
Un mensaje alarmista que contrasta con su papel profesional
En su última columna, Sánchez Baena ha denunciado un país sumido en la “impunidad del legislador”, con un poder que “no responde ante nadie” y una Justicia “que ya no se atreve a corregirlo”. Pero sus críticos señalan que ese discurso maximalista - que describe a España en términos propios de un sistema colapsado - contrasta con su rol como profesional del derecho, donde se presupone prudencia, rigor y respeto por las instituciones a las que dice defender.
“La oposición está inmersa en sus propios dramas. El PP vive en un limbo político: la crisis de liderazgo del partido es tan evidente que se traslada a las encuestas. No marca agenda, no ofrece rumbo, no inspira confianza. Y sin credibilidad, no hay alternativa. Vox, por su parte, es una olla a presión a pesar de estar en su momento electoral más dulce”, ha aseverado la abogada. A su vez, ha anticipado que España reproducirá los conflictos del conservadurismo estadounidense, citando nombres de agitadores mediáticos norteamericanos para construir un paralelismo que, según analistas, resulta forzado y más orientado a la retórica que al análisis político.
"Es probable que en pocos años se trasladen a España las mismas fricciones que han abierto en canal al movimiento liberal conservador de EEUU, pues no se trata solo de una fractura ideológica, sino también moral, que ha llevado a varios de sus referentes intelectuales, como Douglas Murray o Ben Shapiro o Konstantin Kisin a repudiar a figuras que cuentan con millones de seguidores - como Nick Fuentes, Tucker Carlson o Candance Owens - porque, de un tiempo a esta parte, vienen normalizando la simpatía con el nazismo o el antisemitismo rampante en nombre de la batalla cultural contra el wokismo", ha apuntado.
La abogada ha terminado su columna con un tono muy pesimistas y desolador: "Nos deslizamos sin frenos hacia el punto de ruptura democrático. Algunos recordaremos con melancolía que intentamos advertirlo, sin demasiado éxito".
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover