Madrid se prepara para un desembarco ultraderechista sin precedentes. El hotel Marriott Auditorium se engalana para ser el foco el epicentro del trumpismo a la europea. La primera cumbre de Patriots, tercera fuerza en el Parlamento Europeo, contará con un menú de lo más completo, además de la asistencia de los rostros más granados de la extrema derecha comunitaria. A Santiago Abascal, que ejercerá de anfitrión, lo acompañarán el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, y la líder del Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen o Matteo Salvini. Un día antes, sin embargo, se reunirá la cúpula del partido ultra europeo, que preside el dirigente de Vox, como aperitivo para una cumbre que tendrá como lema MEGA (Make Europe Great Again. Hagamos Europa Grande Otra Vez), que parafrasea al iniciado por Trump en 2016 MAGA(Make America Great Again). Además, la madrileña catedral de la Almudena será el símbolo que acompañe al eslogan.
La reunión tiene como finalidad una puesta en común de los integrantes de Patriots para esbozar las “estrategias a seguir” y así consolidar la “alternativa al consenso de populares y socialdemócratas que gobierna en Bruselas desde hace una década”. Así lo transmiten desde Vox, organización que ejerce como anfitrión en el primer cónclave de la tercera fuerza europea. El grupo acusa a las élites de la UE de practicar el “fanatismo climático” y la “política de puertas abiertas” a la inmigración. Incluso hay quien dentro de ese movimiento airea, a lo Elon Musk, la teoría del gran reemplazo.
Lista de convocados
La internacional ultraderechista congregará este sábado a sus principales cabezas visibles. Más allá del propio Abascal, presidente de los patriotas, han confirmado su asistencia y serán de la partida en el foro el holandés Geert Wilders, presidente del Partido de la Verdad (PVV), que se había mantenido en duda hasta el último momento. También se espera que intervenga el vicepresidente del Consejo de Ministros italiano, Matteo Salvini, aunque la cumbre la cerrarán los dos máximos exponentes del partido que preside el líder de Vox: Viktor Orbán y Marine Le Pen. Cabe señalar que esta formación, que carece de estructura organizativa sólida, no es lo mismo al grupo parlamentario de la Eurocámara bautizado como Patriots for Europe (Pfe), al cual se adscribió la formación ultra española en noviembre del pasado año.
Y es que Patriots.eu congrega a una extensa lista de formaciones políticas que aglutina más de 19 millones de votos en las últimas elecciones comunitarias. En este conglomerado militan también fuerzas como el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), el populista checo Alianza de Ciudadanos Descontentos o la equivalencia portuguesa Chega! Su potencia en el Parlamento Europeo no se traduce por el momento en puestos de relevancia en sus respectivos países, dado que sólo Viktor Orban ostenta el puesto de premier en su nación. Sin embargo, sí podría sumar una fuerza más en Austria, con la vista puesta a las elecciones checas del próximo mes de octubre, donde el populista Andrej Babis parte como favorito. Misma condición que ostenta Marine Le Pen en Francia, aunque para las presidenciales galas aún quedan dos años.
Al margen de las complejidades de esta alianza, el acto comenzará este sábado a las 10:30 horas en el hotel Marriott Auditorium de Madrid, un día después de que se celebre, a puerta cerrada, el cónclave del grupo parlamentario. Así, la cumbre MEGA arrancará con la intervención del estonio Martin Helme, líder del Partido Popular Conservador de Estonia (EKRE). Le precederá la estrella emergente de la ultraderecha en Grecia, Afroditi Latinopoulou (Voz de la Razón); a quien seguirá el checo Petr Macinka y el polaco Krzysztof Bosak. Tras ellos, será el turno de Wilders y Salvini antes de que el trío conformado por Le Pen, Orbán y Abascal clausuren el acto.
Segunda reunión
Así, la de Madrid será la segunda reunión de la dirección del partido ultra comunitario tras la constitutiva del pasado mes de noviembre. Ese primer cónclave, celebrado en un palacete de París, dejó a Santiago Abascal en la presidencia del grupo en otro despliegue sin parangón de los principales líderes de la extrema derecha continental. En cualquier caso, no será la primera cumbre de tal magnitud para el líder de Vox, que ya congregó a importantes dirigentes de su cuerda europea en Madrid en 2022, a las puertas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Sin embargo, aquel Vox no es el mismo que el actual, sobre todo porque se mudó de grupo en el Parlamento Europeo consumando un giro contundente. La formación española abandonó la familia de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que lidera la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, por su marcado acento atlantista frente a la proximidad con Vladimir Putin de los Patriotas por Europa, promovido por el húngaro Orbán.
Baño de masas para enterrar la crisis
Este movimiento en el Parlamento Europeo desató, en paralelo, una crisis interna en Vox que continúa abierta tras la renuncia de uno de sus principales activos esta misma semana. El lunes, el que fuera portavoz del Grupo Parlamentario de Vox en las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo comunicaba su dimisión tras negarse a ejecutar la orden de la dirección nacional para purgar a dos procuradores afines a él: Ana Rosa Hernando y Javier Bernardo.
Una de las manos derechas de Santiago Abascal, el vicepresidente orgánico, Ignacio Garriga, telefoneó al ya exportavoz ultra para pedirle que expulsara a sendos procuradores. Según denunciaban desde la cúpula de Vox, ambos se habrían pronunciado públicamente sobre la falta de democracia interna del partido, además de poner en tela de juicio la decisión de abandonar el grupo de Meloni en Bruselas para adherirse al de Viktor Orban. Tras ello, después de 72 horas de reflexión, Gallardo se negó a acatar el mandato de Bambú y no firmó el escrito que registró en la Mesa de las Cortes para liquidar a Hernando y Bernardo, consumando así su dimisión tras las amenazas proferidas por Garriga.
Esta renuncia reabre viejas heridas en un partido que ahora, mientras acoge la cumbre de la internacional ultra europea, vive con la mosca detrás de la oreja ante los fuertes rumores de creación de un nuevo espacio político. Un partido que, según sospechan en la cúpula de Abascal, lo estaría impulsando uno de sus exmiembros, Juan Luis Steegmann, junto con el que fuera portavoz del Grupo Parlamentario en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros. Un proyecto, que hasta la fecha no tiene conformación, pero que tiene a Vox en vilo a pesar de que, de puertas para fuera, lo reciben con cierto escepticismo ante el poco espacio que queda en el espectro diestro.