Miguel Tellado ha vuelto a tensar la cuerda con sus declaraciones. Esta vez no solo ha cargado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sino que ha señalado directamente a uno de los dirigentes socialistas más críticos con la línea de Ferraz: Emiliano García-Page. Sin embargo, la respuesta desde Castilla-La Mancha no se ha hecho esperar. El entorno del presidente autonómico ha contestado con ironía y contundencia, sugiriendo que el dirigente popular “parece un infiltrado del PSOE en el PP” por el efecto que genera cada vez que habla.
Lejos de debilitar al llamado bloque de investidura, los ataques de Tellado han servido como pegamento involuntario para una mayoría parlamentaria que, pese a sus diferencias, se mantiene unida frente al discurso del ‘número dos’ de Génova. Así lo interpretan fuentes socialistas consultadas por este medio, que observan cómo cada intervención del ex portavoz parlamentario actúa como un factor aglutinador de los apoyos a Sánchez.
Durante un mitin del PP en Tomelloso (Ciudad Real), Tellado cargó contra García-Page con una acusación directa: “Si Page da la orden, el sanchismo se acaba mañana”, afirmó exigiéndole que utilice la supuesta influencia sobre los ocho diputados socialistas elegidos por Castilla-La Mancha para votar contra Sánchez. “Que dé la orden o que calle para siempre”, remató entre aplausos del público.
El dirigente popular acusó al presidente manchego de criticar al Gobierno solo “de boquilla” y de no hacer nada para frenar las decisiones que cuestiona. “Nunca da ni medio paso que de verdad pueda frenar al líder de su partido o acabar con él”, afirmó Tellado, que llegó a calificar su actitud de “hipócrita”.
Sería un descontrol de país
Desde el entorno de García-Page, las palabras de Tellado se consideran improcedentes además de confirmar una sospecha que ya venían deslizando en privado porque “cuánto más habla, más aleja a Feijóo de la mayoría social moderada y transversal a la que quiere convencer”, sentencian. “Si Feijóo no tenía suficiente problema con Vox, que saque a Tellado” aseguran en referencia a lo que consideran un endurecimiento del discurso conservador que impide al líder del PP captar votantes del centro.
Tellado como cohesionador
Pese a la ofensiva desde Génova, en el entorno del presidente manchego evitan entrar en el terreno que plantea Tellado de una supuesta moción de censura a Sánchez liderada desde Castilla-La Mancha. García-Page ya ha sido claro en otras ocasiones sobre este asunto, rechazando que los presidentes autonómicos deban marcar el voto de los diputados en el Congreso. “Sería un descontrol de país si todos nos comportáramos como un independentista”, advirtió en su día.
En su estrategia para desgastar al Ejecutivo, Tellado insiste en que “en Castilla-La Mancha no hay un PSOE mejor ni distinto” y que García-Page forma parte del engranaje que “convive” con “las cesiones al separatismo”. Pero ese enfoque, lejos de fracturar al grupo parlamentario socialista o desestabilizar la mayoría de investidura, ha tenido un efecto bumerán, según fuentes parlamentarias.
Desde ERC a Junts, pasando por Bildu o el PNV, la figura de Tellado se percibe como una caricatura del discurso más hostil del PP, lo que refuerza, según esas voces, la necesidad de mantener vivo el actual bloque que permite al PSOE seguir legislando. En lugar de abrir fisuras, el tono empleado por el número dos del PP activa el reflejo de contención frente a una hipotética alternativa liderada por Feijóo con el respaldo de Vox.
Además del ataque a Page, Tellado aprovechó su intervención para agitar de nuevo el fantasma del "cupo separatista", acusando al PSOE de permitir privilegios a Cataluña a cambio de seguir en el poder. “¿Por qué nunca votan distinto? ¿Por qué apoyan cada infamia de este Gobierno con obediencia y disciplina?”, lanzó, al tiempo que invitaba a Page a sumarse a una “acción conjunta” con el PP para oponerse a esos pactos. No hubo respuesta directa, pero en el PSOE regional la percepción es que Tellado sigue siendo más útil al bloque de investidura que a la alternativa que pretende liderar Feijóo.
