Las anotaciones del embajador de Alemania en Madrid, Lothar Lahn, a partir de su entrevista con el Rey la noche del 26 de marzo de 1981, y enviadas a su Gobierno, desvelan que el monarca "no mostró ni repulsa ni indignación" frente a los golpistas, "es más, mostró comprensión, cuando no simpatía".

El despacho 524
La reunión con el Rey del embajador quedó reflejada en el despacho 524, que ahora, junto con otros documentos de la época, han sido desclasificados por el Ministerio de Exteriores alemán.

"Los cabecillas pretendían lo que todos deséabamos"
De acuerdo con la versión del embajador, el Rey le trasmitió que "los cabecillas sólo pretendían lo que todos deseábamos. Concretamente, el restablecimiento de la disciplina, el orden, la seguridad y la tranquilidad", y le aseguró que mediaría ante el Gobierno y los tribunales militares para que a los implicados "no les ocurriese demasiado", ya que sólo "habían querido lo mejor".

Responsabilizó a Suárez
En su conversación con el embajador alemán, el Rey habría hecho recaer la responsabilidad del levantamiento militar en Adolfo Suárez, porque había “despreciado” al Ejército. Según narró Lahn, el monarca le habría aconsejado al entonces presidente del Gobierno que "tuviera en cuenta las peticiones de los militares”, y al final “estos decidieron actuar por su cuenta".

Su simpatía por las fuerzas franquistas, en 1967
Estas revelaciones llegan después de que se conociera una carta manuscrita en 1967 por el entonces joven príncipe Juan Carlos, en la que mostró su admiración por la defensa del Alcázar de Toledo o el Santuario de Santa María de la Cabeza por parte de las fuerzas franquistas, que tildó de “gestas heroicas”. El texto fue desvelado por La Gaceta, el 22 de enero pasado.

La situación actual de la Monarquía
Estas evidencias de los claroscuros en la actuación del monarca frente al franquismo se publican en un momento en el que la Monarquía encara un deterioro en la valoración de los ciudadanos sin precedentes, y en una circunstancia nada cómoda para la Casa Real, en la que le ha colocado el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, investigado por un presunto desvío de fondos públicos y evasión de capitales.

La Zarzuela responde
La Zarzuela ha respondido a las preguntas del diario Público sobre la información publicada por Der Spiegel que "la participación y actuación del Rey en defensa de la democracia y la Constitución aquel 23-F está fuera de toda duda para los españoles y la comunidad internacional" y ha agregado que  la reunión entre el embajador y el monarca  fue una “conversación privada”, por lo que no hay registro de ella.

La Casa Real entiende que lo revelado por la publicación germana es “una especie de Wikileaks” y que se trata de "una interpretación de una entrevista", por lo que "no sabemos si rectificó o si luego mandó otros cables”, y destaca que probablemente el Gobierno alemán no tuvo en cuenta el informe de Lahn, pues semanas después habló del “papel extraordinario” del Rey en la derrota del golpe.