Puede parecer una broma; posiblemente habrá personas que no se lo crean, pero lo cierto, acreditado y contrastado es que Andrés Gómez Gordo, funcionario de la llamada “policía patriótica”, fue elegido por el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para representar a España, y a su Policía Nacional, en un congreso internacional sobre prevención de la corrupción celebrado en agosto de 2017 en la capital austriaca de Viena, en el que participaron las principales policías europeas, además de la Interpol y Scotland Yard.

El hoy comisario de policía Gómez Gordo está imputado por la Audiencia Nacional en la pieza separada y secreta del caso Kitchen, en la que se investiga el robo de los llamados papeles de Bárcenas y donde están implicados, entre otros, el archiconocido excomisario y en la actualidad preso en Estremera, José Villarejo. El juez del caso Tándem ha prohibido salir de España al exchófer de Luis Bárcenas, Sergio Ríos, y al policía que supuestamente lo fichó para traicionar al exsecretario general del PP, Andrés Gómez, exjefe de seguridad de María Dolores de Cospedal, aunque en realidad deberíamos decir director general de Documentación y Análisis del Gobierno de Castilla-La Mancha que presidió la exsecretaria general del PP entre 2011 y 2015.

¿Pero quién es Andrés Gómez Gordo?

Este policía tiene suficiente argumentario como para hacer de su vida un biopic, pero siempre con guión de Génova 3 y con actrices de reparto que deben ser interpretadas por Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal. Mientras que la primera lo fichó, a través de su exconsjero de Interior del Gobierno madrileño y ahora delincuente y expresidiario, Francisco Granados, para que se hiciera cargo de la seguridad de una ciudad fantasma, la llamada Ciudad de la Justicia, que nunca existió y que en la actualidad esta siendo investigada; la segunda, siendo secretaria general del PP y presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha, se lo llevó a Toledo para que hiciera las veces de jefe de seguridad, cargo que en tierras de Don Quijote no tenía cobertura legal por aquello de las competencias. Se quedó, finalmente, como director general de Documentación y Análisis. ¿Qué sabía un policía de la documentación manchega o cómo analizaría la realidad castellano-manchega?

El caso es que María Dolores de Cospedal, que conocía a Gómez Gordo a través del amigo común Francisco Granados, lo llama a Toledo para que forme parte de su núcleo duro e íntimo del Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno de Castilla-La Mancha. El inspector de policía acepta el trabajo y se marcha a la Ciudad de las Tres Culturas, donde las informaciones le otorgan un sueldo bruto aproximado de 40.000 euros al año.

Sin embargo, ElPlural.com ha tenido acceso a la declaración de bienes de Andrés Gómez donde queda claro que por algo menos de dos meses de trabajo en Castilla-La Mancha, del 6 de octubre al 31 de diciembre de 2011, cobró 14.000 euros netos del Gobierno manchego, además de declarar otros ingresos 36.000 euros correspondientes a la Dirección General de la Policía.

El algodón no engaña. ¿Quiere decir esto que si por dos meses cobró 14.000 euros, como así queda acreditado en su declaración de bienes, por 14 pagas llegó a embolsarse 98.000 euros, 20.000 más que la propia Cospedal como presidenta? En aquel tiempo tenía dos pisos, dos coches (Mercedes incluido) y una cuenta mínima de 100.000 euros.

Los policías amigos de Cospedal

No es ningún secreto la pasión de Cospedal por “coleccionar” amistades peligrosas; bueno, más bien por acercarse a personas relacionadas con la Justicia o con la Policía. En este último caso es sobradamente conocida su relación con el presidiario y excomisario de policía José Villarejo, quien, además, y siempre según las fuentes consultadas por este periódico, recomendó a la también exministra de Defensa el fichaje de Adrés Gómez Gordo.

Un policía que abandonó el Gobierno de Castilla-La Mancha antes de la celebración de las elecciones autonómicas de mayo de 2015, como si presagiara la caída y derrota de Cospedal en las urnas manchegas, para hacer fortuna de nuevo en Madrid. Y todo parece indicar que le fue bien, ya que logró su ascenso a comisario del Cuerpo Nacional de Policía en las navidades de 2017, tras haber superado, eso sí, el curso de ascenso. Curiosamente, en el tribunal que lo evaluó se encontraba el jefe de la Brigada Central de Información e Investigación, Juan Carlos Ortiz, un policía por todos conocido por su amistad con Cospedal y por haber sido el máximo responsable de la Jefatura Superior de Castilla-La Mancha. Continuará...