Los caminos de la especulación, como diría un católico practicante con respecto de los del Señor, son inescrutables. Pero el término muta a indescifrable si se sitúa cronológicamente a un mes de una repetición electoral a la que se llega tras interminables semanas de negociación sin resultado.

Lo de la especulación viene a propósito de lo dicho este viernes por Pedro Sánchez en el Círculo de Economía celebrado en Sitges. Aseguró, dicen que con rotundidad, el candidato socialista y todavía segundo entre las preferencias de los españoles -sorpasso mediante- que: “Les puedo asegurar que no va a haber terceras elecciones”.

Esa frase que, como es lógico, aparece en todos los medios digitales y en papel provoca la entrada en escena del juego de las suposiciones acerca de lo que quiso decir o no Sánchez con tal aseveración.

“No habrá terceras elecciones”

La más contundente es la que se inclina porque ese “no habrá terceras elecciones” se refiere a que el PSOE, si el PP es el más votado, levantará 'su' veto y apoyará por acción u omisión un Ejecutivo de Rajoy con Ciudadanos, y esto sin hablar de 'macropacto'.

Otra de las especulaciones es que con el optimismo que muestra en la entrevista que publica el 'ABC', si gana el PSOE u obtiene mejor resultado que el 20D, Podemos se quedará sin argumentos para volver a negar su respaldo a los socialistas.

Claro que la tercera suposición tiene que ver con el sorpasso. Unidos Podemos adelanta a Sánchez y este decide da el paso de respaldar un gobierno de Iglesias.

C´s, PSOE y Unidos

Todavía hay más posibilidades, como la que apunta a un acuerdo -ahora sí- de Ciudadanos, PSOE y Podemos/IU. Esta opción es inviable a priori pero ya se sabe que en la política, en ocasiones, lo inviable se convierte en favorable de un día para otro.

Como el misterio de la política lleva a caminos tan insondables hasta que se recorren, cualquier especulación está vigente hasta después del 26J. Tras las elecciones se abre un nuevo proceso que puede desembocar en alguna 'solución' de gobierno.

No obstante, como los caminos de la política actual son inescrutables, tampoco cabe descartar una vuelta a las urnas, la tercera.