[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"20516","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-356724","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"358","alt":"La l\u00edder del ultra Frente Nacional ha logrado un \u00e9xito sin precedentes en la pirmera vuelta de las elecciones regionales francesas. Foto: EFE"}}]] La líder del Frente Nacional logra un éxito sin precedentes en la primera vuelta de las elecciones regionales francesas. EFE



Mientras España continúa avanzando por la senda que marca la campaña electoral, nuestros vecinos del norte acaban de pasar por las urnas. Allí, la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, ha dicho este lunes que la victoria de su partido en la primera vuelta de las elecciones regionales francesas, en las que su formación quedó en cabeza en seis de las trece regiones, constituye "la revuelta del pueblo contra las élites".

Los ciudadanos, según indicó en la emisora RTL, "no soportan ya el desprecio de una clase política que durante años ha defendido sus intereses" y no los de la población.

Con un porcentaje cercano al 30 % según las primeras proyecciones, su partido asestó este domingo un duro golpe a la alianza de centroderecha encabezada por Nicolas Sarkozy y a los socialistas, que pueden perder gran parte de su cuota de poder en las regiones. Le Pen consideró que ese resultado, obtenido "pese a las injurias" lanzadas contra su agrupación, no es una sorpresa, sino fruto de "una larga progresión", y la constatación de "un movimiento que se implanta".

"Una opción política"
Para la presidente de la formación ultra "probar el FN, es adoptarlo". Le Pen también anunció la aspiración de su partido a ganar en la segunda vuelta del próximo domingo el mayor número posible de regiones para demostrar que el endeudamiento o las subidas de los impuestos no son algo inevitable, "sino una opción política".

El país, señaló, se encuentra en una situación dramática en materia de creación de riqueza, y los franceses "tienen ganas de que cambie". Le Pen pidió no caricaturizar los argumentos de su partido, y se preguntó qué tiene de extremo "decir que hay que cesar el actual flujo de inmigrantes, cuando Francia no tiene los medios para acogerlos", o de afirmar que "hay que dejar de ayudar a los grandes grupos financieros para apoyar a las pequeñas empresas".

"Desleal y antidemocrático"
La líder ultraderechista estimó que el batacazo sufrido por el Partido Socialista (PS) del presidente francés, François Hollande, supone una suerte de "suicidio colectivo" para esa formación, pero tachó de desleal y antidemocrática la decisión de retirarse de las regiones en donde no tenga opción de victoria para favorecer al centroderecha en detrimento del FN.