En el pleno de este viernes, el Ayuntamiento de Barcelona ha acordado "rechazar y condenar el posicionamiento del rey Felipe VI, su intervención en el conflicto catalán y su justificación de la violencia ejercida por los cuerpos policiales el 1 de octubre”. De esta forma, el consistorio se ha sumado a lo ya hecho por el Parlament de la Generarlitat catalana esta semana.

Al final del pleno, se ha leído una carta institucional, promovida por la CUP, en la que han reprobado la actitud del rey Felipe VI. Al texto se han sumado el PDeCAT, ERC, dos concejales no adscritos y el Gobierno de Ada Colau.

Además de la reprobación del monarca, el texto expone el compromiso del Ayuntamiento con los valores republicanos y añade a la declaración una petición para abolir “una institución caduca y antidemocrática como la monarquía”.

En el texto también se acuerda “reprobar los actos represivos en contra de la ciudadanía y condenar las amenazas de aplicación del artículo 155 de la Constitución, la amenaza de la ilegalización de partidos políticos catalanes”.

Otras peticiones que se han hecho han sido la de la “libertad inmediata” de los líderes políticos encarcelados, el fin de la judicialización del conflicto y la de la garantizar la independencia del sistema jurídico español y su “pleno sometimiento a sus instituciones del Estado de Derecho y a los principios democráticos”

Rechazo de la oposición

En el momento en el que la concejala de la CUP, María Rovira, estaba leyendo la declaración institucional, los diputados de Ciudadanos han vuelto a abandonar el pleno. Argumentaban que no tienen competencia para hacer tales acciones: “No tenemos capacidad para exigir la libertad de nadie que esté en la cárcel, y no condenaremos en ningún caso el jefe de Estado”.

Desde el PP han criticado que el partido de Colau se haya sumado a esta declaración y han señalado que no se quedarán callados antes lo que intentan desprestigiar las instituciones y destruir España.

En PSC han rechazado el texto y han defendido las "nstituciones legítimas y democráticas", pero se han quedado en el pleno “por respeto”.