En las últimas semanas y con motivo de la invasión rusa en Ucrania, una guerra que amenaza con cronificarse y encara el mes y medio de conflicto, las fuerzas progresistas españolas se han propuesto recordar a diario que Vladimir Putin es aliado de Santiago Abascal. El líder de Vox ha protagonizado ímprobos esfuerzos por desmarcarse del sátrapa ruso, incluso, acusando a Unidas Podemos de ser su aliado. Es por ello que los morados tratan de refrescar la memoria para que a nadie se le olvide el estrecho vínculo financiero e ideológico entre la formación ultraderechista y el presidente de Rusia.

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, ha recuperado una captura de un tuit del líder de Vox en el que se hacía eco de una bélica frase de Putin: “Os iremos a buscar al fin del mundo y, allí, os mataremos”. “Abascal borró un tuit en el que abrazaba los impulsos asesinos de Putin. Hazte Oír, plataforma clave en el lanzamiento de Vox, es financiada por oligarcas rusos del círculo de Putin. Vox es aliado de Orban, Le Pen o Salvini, todos aliados estratégicos de Putin. ¿Me explico?”, se pregunta el dirigente morado.

Y sí, se le entiende perfectamente. De igual forma que Viktor Orbán, caballo de Troya Putin en la Unión Europea, diseñó una campaña electoral en la que se desmarcó de la guerra en Ucrania sin condenar en modo alguno a Putin, Abascal ha hecho lo propio y ha tratado de distanciarse. No hay más que ver los aliados con los que se codea en Europa: Marine Le Pen, Matteo Salvini, el antecitado primer ministro magiar… Todos ellos se han visto, fotografíado y mostrado conexiones con Putin. En el caso de Vox, la relación no solo responde a armonía ideológica, sino también económica.

CitizenGo, la sucursal global de Hazte Oír, está financiada por la oligarquía rusa a través de Alexey Komov. El historiador Steven Forti lo plasmó en su obra Extrema Derecha 2.0. Qué es y cómo combatirla y lo razonó en una entrevista en Salvados: “[Komov] Es la mano derecha de un importante oligarca ruso muy cercano al Kremlin, Kostantín Maloféyev, integrista ortodoxo con posiciones ultraconservadoras”. Además, Forti destacó que Rusia tenía por costumbre financiar a grupos ultraderechistas europeos como el Frente Nacional de Francia, el Partido de la Libertad en Austria, Alternativa para Alemania o al partido de Salvini en Italia. En el caso de Vox, los indicios apuntan a que se habría hecho “indirectamente: “En 2013 [Ignacio] Arsuaga escribió un email a Maloféyev en el que le pedía una financiación de 100.000 euros para su organización”.