Tres meses después de que los electores decidieran en las urnas el reparto de escaños en el Congreso de los Diputados, este lunes arranca una Sesión de Investidura marcada por la política de pactos emprendida por el PSOE. Si nada cambia y las aspiraciones personales dan paso a un programa y equipo común, España tendrá un Gobierno de coalición conformado por ministros socialistas y de Unidas Podemos.

El paso atrás de Pablo Iglesias, “principal escollo en las negociaciones”, ha dado cierta tregua a los equipos negociadores. A partir de las 12:00 horas de la mañana, Pedro Sánchez tomará la palabra desde la tribuna de la Cámara Baja para tratar de recabar los apoyos (o abstenciones) que le faltan para ser investido, previsiblemente el jueves, presidente del Gobierno. Tal y como ha comunicado Ferraz, el discurso será largo, remarcando los retos sociales del futuro y abiertamente “de izquierdas y progresista”.

Por la tarde llegará el momento del resto de líderes políticos. Especial atención a la guerra fratricida que librarán Pablo Casado y Albert Rivera por erigirse como líderes de la oposición. Su ‘no’ a Sánchez es firme, y la batalla se librará por ver quién imprime más virulencia contra el candidato. También podremos escuchar a Pablo Iglesias, vetado por Ferraz pero a la espera de que la coalición se convierta en una realidad.

El martes, tras la intervención de todos los grupos, será el turno de la primera votación. Una mayoría absoluta que, teniendo en cuenta que las fuerzas independentistas no se plantean votar a favor, se prevé lejana. Así, si nada cambia, se dará paso a la votación del jueves, en la que las abstenciones de ERC y EH Bildu -siempre que se mantenga el apoyo de Unidas Podemos- resultarían definitivas.

Las negociaciones no han sido nada fáciles. Conseguir la abstención de la derecha para no depender de los nacionalistas ha sido imposible, pese a los continuos intentos y reuniones programadas por el presidente del Gobierno en funciones. Sin embargo, la aritmética resulta favorable a izquierdas y, una vez desbloqueada la negativa a incluir al líder morado en el Ejecutivo, solo falta limar los flecos de un acuerdo programático que, atendiendo a las palabras de Adriana Lastra o Carmen Calvo, está cerca de cerrarse.

Con la repetición electoral en el horizonte si finalmente no se consuman los entendimientos necesarios, el tiempo apremia y los plenipotenciarios socialistas y morados encargados de las negociaciones se esfuerzan de forma ímproba por poner en marcha la XIII Legislatura de nuestro país.

El PSOE necesita a Unidas Podemos, Unidas Podemos necesita al PSOE. Además, PNV, Compromís y PRC dan un empujón parlamentario que puede consumarse con la abstención de ERC y EH Bildu.