Pedro Antonio Sánchez es presidente de Murcia gracias al apoyo de Ciudadanos, que le dio sus votos para ser investido. A cambio, firmó un acuerdo de investidura con Miguel Sánchez, líder de la formación naranja, el 22 de junio de 2015. Y el acuerdo no podía ser más claro, porque en el primer artículo -dedicado a la “regeneración democrática”, en su primer punto, exige:

Separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados

por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial.

Preguntado por aquel entonces al respecto, Pedro Antonio Sánchez, sabedor de que tarde o temprano podía acabar imputado en el caso Auditorio al haber sido alcalde de Puerto Lumbreras, donde se produjo la presunta adjudicación regular, fue tajante. No haría falta ni que le pidieran la dimisión, tal y como dejó claro en estas declaraciones en la Confederación Regional de Organizaciones empresariales de Murcia, que hoy ha rescatado Maldita Hemeroteca: