El Congreso de los Diputados ha aprobado la senda de déficit del Gobierno de Pedro Sánchez con 168 síes, 19 abstenciones y 150 noes. La abstención de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu han decantado la balanza hacia un bloque que ha sumado dos diputados con los que no contó en la investidura: José María Mazón, del PRC; y Ana Oramas, de Coalición Canaria.

Además del PSOE, Unidas Podemos, Coalición Canarya y el PRC, han votado a favor el PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias y Teruel Existe. El BNG se ha abstenido; mientras que el PP, Vox, JxCat, Ciudadanos, la CUP, UPN y Foro Asturias han votado en contra. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha votado telemáticamente dado que la amigdalitis no le ha permitido acudir al pleno.

En la senda de estabilidad aprobada por el Consejo de Ministros del pasado 11 de febrero y avalada este jueves por el Congreso, el Gobierno flexibilizó los objetivos de déficit, y elevó el margen de desfase de las cuentas públicas hasta el 1,8% del PIB en 2018, del 1,5% en 2021, del 1,2% de 2020 y del 0,9% en 2023.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha argumentado durante su intervención la necesidad de adaptar el objetivo de déficit a la realidad. La actual senda permanece en vigor desde julio de 2017. Conviene recordar, además, que el Banco de España y la AIReF la tildaron de “irreal”.

Esta baza ha sido explotada por Montero, quien ha insistido en que se debía renovar la senda no solo “para empezar a trabajar en los Presupuestos”, sino porque “ninguna Administración se puede permitir el lujo de trabajar con cuentas que no se adecuan a la realidad".

Los republicanos catalanes han apurado hasta última hora para confirmar el sentido de su voto. ElPlural.com ya adelantó que sería “abstención como mínimo”, toda vez que la reunión de la mesa de negociación de este miércoles se desarrollara en buena sintonía y con voluntad de diálogo.

El diputado de ERC Joan Margall ha admitido que no han permitido la aprobación de los objetivos de déficit porque consideren que son los adecuados, sino como gesto: "Hoy no discutimos el objetivo de estabilidad presupuestaria, sino que damos la oportunidad a esa negociación".

Tras la votación, la bancada socialista y la morada se han levantado y aplaudido con efusividad, pues supone la primera gran victoria del Gobierno de coalición. El techo de gasto es la antesala de la madre de todas las batallas: los Presupuestos Generales del Estado.

La senda tras ser refrendada por el Congreso, tiene que ser aprobada por el Senado, donde esta vez sí el Gobierno puede obtener una mayoría simple si logra el beneplácito de los grupos que permitieron la investidura de Pedro Sánchez.