José Luis Martínez-Almeida ya es alcalde de Madrid y Begoña Villacís primera teniente de alcalde. El Partido Popular se ha hecho con el Ayuntamiento de Madrid gracias a los votos de Ciudadanos, pero también a los de Vox; y los naranjas se han integrado en el Gobierno del Ayuntamiento gracias a los votos populares, pero también a los de la ultraderecha. Se han firmado dos acuerdos paralelos (PP-Vox y PP-Ciudadanos) que ahora deben pasar del papel a la realidad tangible, lo que está generando tensiones. Ciudadanos se ha abierto a que Vox ocupe juntas de distrito y los de Santiago Abascal se han envalentonado y piden más.

Villacís ha insistido durante una entrevista en Espejo Público que “me preocupé de que quedase muy bien cerrado” para que el gobierno recaiga única y exclusivamente en PP y Ciudadanos. Almeida baraja dar a Vox las juntas de distrito de Chamberí y Salamanca. A este respecto, Villacís se ha mostrado comprensiva: “El acuerdo versa sobre lo que es el gobierno, y eso no lo componen las juntas de distrito”.

Los naranjas han tragado. Si bien es cierto que estos puestos no son concejalías, sí que son órganos ejecutivos tanto en cuanto son responsables directos de la gestión de los respectivos barrios.

Vox, al observar que Ciudadanos ya asume su presencia en cargos en el consistorio de Madrid, se ha envalentado y pide más.

Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de la formación ultra, ha recogido el guante en Espejo Público y ha espetado que “es la hora del cumplimiento” del acuerdo firmado con Almeida y, por tanto, “de concretar las concejalías de gobierno” porque “las juntas de distrito son lo que son, pero no son áreas de gobierno”.

Así, recuerda al PP que su pacto incluía su integración en el Ejecutivo. De lo contrario, habrá “ayuntamientos ingobernables o comunidades que no se constituirán como preveíamos”.