El Gobierno de Cristina Cifuentes adjudicó un contrato de cerca de 100.000 euros a la fundación Pardo Valcarce que preside Carmen Cafranga, imputada en el caso de las tarjetas black, a pesar de tener un informe desfavorable del organismo licitador, la Dirección General de Atención a las Personas con Discapacidad, según adelanta la SER.
El 11 de agosto de 2015 la mencionada Direción General cuestionó la oferta de la fundación de Carmen Cafranga por considerarla “anormalmente baja”. La exconsejera de Caja Madrid había presentado un precio de 90.000 euros para un presupuesto base de licitación de 148.000 euros.
Las subvenciones dadas por González
Cuando la Mesa de Contratación de la Consejería de Políticas Sociales requirió a la fundación de Cafranga que explicase su oferta, la respuesta fue aún más alarmante.
Cafranga respondió que podía permitirse ahorrar en costes laborales gracias a las subvenciones al empleo por valor de 24.000 euros que le había otorgado el Gobierno de Ignacio González, el 1 de junio de 2015, menos de un mes antes de la investidura de Cristina Cifuentes al frente de la Comunidad de Madrid.
El Gobierno de González continuó dando fondos a la fundación de Cafranga, a pesar de su imputación en el caso Bankia. De los 3.961.896 de fondos públicos que recibió la Fundación Pardo Valcarce en 2014, un 94% correspondieron a conciertos, subvenciones y contratos con la Comunidad de Madrid.
El local regalado por Caja Madrid
En su respuesta para justificar el bajo coste de su oferta económica, Carmen Cafranga argumentó, además, que, a diferencia del resto de concursantes, su entidad contaba con la ventaja de un local cedido gratuitamente por Caja Madrid, con lo cual no tenía que invertir en el alquiler de un espacio para el proyecto, un Aula de Apoyo para la Integración Sociolaboral de Personas con Inteligencia Límite.
El local cedido por la entidad madrileña es una antigua biblioteca de la Obra Social de Caja Madrid que el banco cedió gratuitamente a la Fundación Pardo Valcarce en 2012 dentro del "Plan de Cesión de Espacios", un regalo muy polémico en su momento, pues Cafranga formaba parte de Consejo de Administración de la Caja que aprobó ese "Plan de Cesión de Espacios", y era, además, miembro del Consejo de Administración de Gecesa (sociedad 100% parte de la caja y que gestionaba los centros de la obra social) que había colaborado sustancialmente en el diseño del plan.
Socia de la mujer de González y de Botella
Carmen Cafranga, que fue consejera de Caja Madrid a propuesta del PP de Madrid desde 2003 y hasta que dimitió en 2014 tras conocerse que cargó más de 173.000 euros a su tarjeta black, fue socia de la empresa Subastas Segre, que preside Lourdes Cavero, mujer del expresidente Ignacio González, y en la que también aparece Ana Botella.
La Mesa de Contratación en su reunión del 3 de septiembre de 2015, ya con Cifuentes como presidenta, ignoró el informe de la Dirección General de Atención a las Personas con Discapacidad y adjudicó el contrato a la fundación de Carmen Cafranga en septiembre de 2015. Pero el escándalo no acabó aquí. El Gobierno de Cifuentes acaba de prorrogar el contrato por un año más, lo que eleva la cifra de las adjudicaciones para ese proyecto a 180.000 euros.