El exministro de Justicia, Rafael Catalá, firmó la sucesión del ducado de Franco a Carmen Martínez-Bordiú el 31 de mayo, un día antes de que se votara en el Congreso la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, Catalá ha asegurado que se trató de un  sinmple "trámite administrativo".

En declaraciones a La Sexta, Catalá ha dicho que él firmó "todos los documentos administrativos que los servicios del Ministerio me pusieron a la firma, conforme a la normalidad, como hicieron todos los ministros socialistas en su momento sobre las sucesiones en los títulos concedidos por Franco en aquellos tiempos. Por lo tanto, lo que quiero decir es que esto es un trámite administrativo".

"Normalidad democrática"
"Es un proceso administrativo que se gestiona desde los servicios del Ministerio de Justicia, e, insisto, igual que hicieron mis antecesores, yo también lo firmé. Lo que tienen que hacer los gestores públicos es darle normalidad a la gestión administrativa".

"Yo cada día me iba a casa y dejaba firmados contratos administrativos, títulos nobiliarios, expedientes disciplinarios, todo lo que los funcionarios ponían a la firma al ministro", ha insistido Catalá.

El exministro de Justicia ha defendido en que la firma de títulos nobiliarios "es un procedimiento administrativo transparente, y "a ese expediente como a otros muchos les tocaba en su plazo con normalidad democrática".

Catalá firmó la orden de sucesión del ducado de Franco el 31 de mayo a favor de Carmen Martínez-Bordiú, el mismo día en que se celebraba el debate de la moción de censura contra el Gobierno de Rajoy en el Congreso de los Diputados, es decir, un día antes de abandonar su cargo.

La orden fue enviada al Boletín Oficial del Estado para su publicación el pasado 4 de junio.

Carmen Martínez-Bordiú pidió en marzo la sucesión
La orden fue una de las últimas cosas que hizo Rafael Catalá antes de abandonar el Ministerio de Justicia y si no la hubiera firmado había muchas probabilidades de que el trámite de la sucesión del polémico ducado no se hubiera llevado a cabo nunca, ya que es presumible que el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez la hubiera evaluado junto con otras iniciativas que ha puesto sobre la mesa, como la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, para cumplir con la Ley de la Memoria Histórica.