Madrid se ha convertido en el anhelo de asesores, cargos intermedios, personal de comunicación y altos cargos del Partido Popular. El revés electoral en los comicios del pasado 26 de abril, perdiendo más de la mitad de los diputados y haciendo sobrevolar la posibilidad de un ERE obligado al partido hizo que todo el mundo se temiera el peor de los escenarios. Pero, un mes después, sin que los resultados fueran espectaculares, al menos permitieron (junto al apoyo de Ciudadanos) que el abismo no fuera el único destino. Y Rafael Catalá, exministro de Justicia y con mando en plaza pese a su proximidad al sector privado, ha tenido mucho que ver.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Luis Martínez Almeida, alcalde de la capital, salvaron a un Pablo Casado que empezaba a acumular un lastre demasiado pesado en su mochila pese a su brevedad. Pero no solo fue el refugio de Casado, sino el de los cientos de asesores colocados, consejeros premiados y personal dispuesto en toda serie de cargos.

El exministro de Justicia, pluriempleado actualmente por sus servicios de asesor en el sector privado -con dudosas conexiones que le han valido la reprimenda de sus homólogos-, divide su tiempo entre sus numerosos oficios y los servicios al Partido Popular. Hombre de favores y talante excelso a la hora de devolver beneficios -que se lo digan a las víctimas del accidente de Angrois, a los que mintió descaradamente para cubrir los intereses del bufete de abogados en el que posteriormente recalaría-, Catalá ha convertido Madrid en su agencia particular de colocación.

Su exjefa de Gabinete, número dos de Educación

Mano derecha del nuevo consejero de Educación en la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, conocido por faltar al respeto a los niños andaluces catalogándolos como mediocres y fracasados en sus estudios, María Pilar Ponce pasa de ser la directora del gabinete de Rafael Catalá hasta junio de 2018 a entrar en la administración madrileña en un alto cargo dentro del Ejecutivo pactado con Cs.

Además de ser patrona de la Fundación Jóvenes y Desarrollo, una asociación religiosa que busca que los jóvenes se críen fomentando los valores salesianos, Ponce ha ido encadenando una serie de puestos públicos de la mano del Partido Popular desde 2009.

Previamente a ser jefa de gabinete de Catalá, la nueva número dos de la consejería de Educación madrileña ocupó dos cargos como asesora: en el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados (2009-2012) y en el ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2012-2014).

Su jefe de prensa, director de comunicación en el Ayuntamiento

Se trata de Daniel Hidalgo. Recientemente nombrado director general de Comunicación del Ayuntamiento de Madrid, este periodista pasó previamente, como en el anterior caso, por el ministerio de Justicia que encabezaba Rafael Catalá.

Prensa y comunicación. 16 años trabajando como periodista en Onda Cero Radio, CNN+, Cuatro, Sogecable y Telemadrid, donde en su última etapa logró ser subdirector del ente público. Ahora su lugar está al otro lado del teléfono, donde ha conocido a poderosas influencias que no han dudado en promocionarlo en diferentes competencias.

Pareja sentimental y periodista de carné

Lourdes López Fernández es la última de las promocionadas por Rafael Catalá. Pareja sentimental del exministro, la periodista ha acumulado puestos en el PP, especialmente en el Partido Popular de Cuenca. Allí fue jefa de prensa del partido a nivel regional, directora de gabinete en el Consistorio y responsable de Comunicación y Secretaría del Grupo Popular.

10 años en la provincia manchega para, finalmente, dar el salto a Madrid en 2017. Primero como técnico de comunicación del Ayuntamiento y, posteriormente, asesorando al equipo de prensa del ministerio de Justicia del propio Catalá.

Ahora, tras su breve etapa en la administración Catalá, los resultados madrileños han facilitado que Lourdes López Fernández vuelva al Consistorio madrileño.