Este jueves, Les Corts valencianes votan la propuesta de Compromís para pedir a Francisco Camps que se vaya, que deje el Consell Juridic Consiltiu donde se ha afincado en calidad de expresidente de la Generalitat y que le cuesta a las arcas públicas 140.000 euros al año. Pero, pese a que ha sido señalado en el juicio Gürtel como la “X” de la financiación valenciana y está imputado en el caso de la Fórmula 1, Camps ya ha avisado esta mañana: “No me pienso ir”.

Según ha asegurado Camps en Onda Cero esta mañana, la petición de que se vaya no está relacionada con la corrupción, sino con que “me tienen especial inquina”.

En este puesto reservado a expresidentes, Camps cobra 58.000 euros de salario anual, pero el gasto real que supone a las arcas públicas asciende a 140.000 euros al año, dado que hay que pagar 34.000 euros a su chófer y 48.000 euros de su secretaria personal.

Además, Camps también cuenta con un despacho propio que se ha montado en la sede del Consell. Y no se priva de nada porque, a pesar de tener un cargo público, se acaba de conocer que pasó gastos personales a la Conselleria de Presidencia entre 2011 y 2012 que incluían comidas con jamón de jabugo y en clubs de tenis, viajes a Sevilla, almuerzo en tabernas, desplazamientos de 640 euros, dos días de hotel en Madrid por 245 euros.

Pese a su actual situación procesal y señalado en casos de corrupción, Camps mantiene de por vida el cargo de Molt Honorable. Pero él se queja de que “hace nueve años que dimití como presidente de la Generalitat. Lo que no tiene ningún sentido es que hoy el Parlamento valenciano siga hablando de mí".

En su entrevista, Camps ha hablado del caso de los trajes, de cuyo juicio fue absuelto pese a que se demostró que la trama Gürtel le regalaba lujosa vestimenta. Sobre dicho proceso, dice que “hubo tres fiscales, más que en un juicio de la cúpula de ETA”.