José María Aznar fundó el llamado Instituto Atlántico porque le parecía que hay un "decaimiento de personas de calidad dispuestas a dedicar su tiempo a la política pública". Lo que puede ser interpretado como que no hay gente a su altura. En un alarde de generosidad, el expresidente decidió que iba a formarles él mismo. ¿Quién mejor que Aznar para enseñar a ser Aznar? Pero no está solo. Su familia y viejas glorias del PP -descabalgados de sus cargos por corrupción- le asisten en mostrar a los aspirantes a líderes las mejores -es un decir- prácticas.

Pero Aznar no sólo enseña, es limitarse demasiado. También hace política. Y parte de esa política consiste en enviar mensajes a través de los ilustres invitados a sus atlánticos eventos. Si el año pasado invitó a Albert Rivera, como parte de su extrañamiento del PP y alineamiento con Ciudadanos, este año ha fichado al fichaje de Rivera: el posible candidato naranja a la alcaldía de Barcelona: Manuel Valls. 

El otrora socialista y exprimer ministro francés clausurará la semana del instituto de Aznar con una conferencia magistral bajo el genérico título de "La Importancia de los Valores en Política", por lo que su contenido es un misterio. 

¿Cuándo lo sabremos? El próximo jueves. Las dos anteriores "semanas atlánticas" pincharon en asistencia. Del mismo modo que Instituto Atlántico registra números rojos, con unas pérdidas de 87.814 euros, según su último informe anual, remitido al registro mercantil.