La polvareda generada por los casos del máster de Pablo Casado - archivado este viernes por el Supremo -, el de Carmen Montón y el de Cristina Cifuentes ha manchado la imagen de uno de los pilares fundamentales de las democracias, la Universidad. El director del Instituto de Derecho Público (IDP) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Enrique Álvarez Conde, está considerado el cerebro de esta trama según la juez, María del Carmen Rodríguez-Medel. El virus que ha sembrado este caso no sólo ha infectado la mala imagen de la propia institución y la devaluación de los títulos obtenidos en la misma, sino que también ha afectado a carreras de buenos docentes.
Alicia López de los Mozos figuraba como la presidenta del tribunal que evaluó el Trabajo Final de Máster - Derecho Autonómico - de Cristina Cifuentes. Sin embargo, tras la explosión del caso, la docente de la URJC reveló ante la juez que mencionado tribunal jamás existió y que su firma del acta fue falsificada. Para más inri, López de los Mozos denunció que recibió presiones de Álvarez Conde, quién la amenazó con sabotear su carrera.
Somos Adrián Lardiez y Nacho Caballero y fuimos alumnos de Alicia López de los Mozos. Cursamos la asignatura Instituciones Públicas y Privadas Españolas y Europeas del grado en Periodismo en la facultad de Ciencias de la Comunicación en el campus de Vicálvaro.
López de los Mozos era una de las profesoras con mejor reputación que nos encontramos durante los cuatro años del grado. Fue una de las asignaturas con la que más aprendimos gracias a los métodos empleados por la docente y a su conocimiento de la materia. Este parecer no es algo achacable a nosotros, pues muchos alumnos compartían nuestras impresiones sobre su labor.
Su buen hacer en el aula nos permitió forjar unas bases jurídicas que aún nos sirven en nuestra labor en la redacción. Incluso sirvió de complemento en una de las asignaturas troncales de la carrera, Derecho de la Comunicación. Por cierto, asignatura impartida por Enrique Arnaldo Alcubillas, imputado por prevaricación y falsedad en la inhabilitación del expresidente de la Real Federación Española de Tenis en 2015, aunque después fue absuelto. También aparece en las grabaciones del caso Lezo, manteniendo una conversación con Ignacio González.
En el momento en el que el caso del máster de Cifuentes salpicó a mencionada profesora, no podíamos salir de nuestro asombro. Si se demostrara la implicación de López de los Mozos, sería una terrible decepción. En caso de que las presiones de Álvarez Conde se confirmaran, no sólo habrá mancillado el nombre de la Universidad y de los alumnos que allí estudian, sino que también habrá destruido la carrera de una de las mejores docentes con las que cuenta la institución.