El exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez ha desvelado en una entrevista en el programa Salvados, que se emite el próximo domingo en La Sexta, que ni Irene Montero ni Alberto Garzón le llamaron tras la condena que le impuso el Tribunal Supremo de una pena de prisión de un mes y quince días por un delito de atentado a agente de la autoridad en una manifestación de 2014.

En la entrevista que concede tras perder su escaño y abandonar Podemos, Rodríguez relata cómo se enteró de que perdía el acta de diputado durante la llamada que le hizo la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. "Le dije que ella estaba haciendo el trabajo sucio que otros no se atreven a hacer", ha recordado. La condena del Supremo inhabilita a Rodríguez para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, un asunto que desató una gran tensión con el alto tribunal.

Alberto Rodríguez ha vuelto a su antiguo trabajo como obrero industrial, mientras continúa con la batalla legal que le ha llevado a pedir al Supremo anular su condena alegando que se ha vulnerado su presunción de inocencia. "El Supremo no se equivoca. Yo creo que han hecho lo que querían hacer (...) Si hubiera una prueba gráfica, lo habría visto todo el país", explica antes de reconocer que durante el juicio llegó a pensar, sin embargo, que "iban a tener difícil condenarme, que iban a tener que hacer un buen trapicheo".

 

"La política desde dentro de la M-30 tiene sus limitaciones"

Preguntado por los políticos que le llamaron tras confirmarme que dejaba el Congreso, Alberto Rodríguez ha desvelado que no lo hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero tampoco Irene Montero ni Alberto Garzón. En cambio, sí se puso en contacto con él la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. 

Sobre sus seis años como parlamentario, Alberto Rodríguez comenta que en el Congreso "te das cuenta de que hay gente que no ha trabajado en su vida, y hay otros que se matan currar".A la pregunta de por qué dejó Podemos, el ya diputado responde que "a lo mejor, la política hecha dentro de la M-30 tiene sus limitaciones".