El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado a 28 presidentes este martes, a las 11 de la mañana, para negociar, in extremis, un acuerdo sobre la presidencia de la Comisión, un día antes de que la Eurocámara elija su nuevo presidente y haga más difícil el encaje de bolillos.

Está en juego el reparto de poder comunitario: la Comisión, el Consejo Europeo, el Parlamento, la alta representante para la Política Exterior y la presidencia del Banco Central Europeo, cuyos mandatos vencen entre octubre y noviembre. Nada más y nada menos. Y todo esto después de varios meses de negociaciones en los que se han tenido en cuenta criterios ideológicos y geográficos. De un acuerdo, con aspirantes concretos, entre Alemania, Francia, España y Holanda durante la cumbre del G-20 en Tokio, que se quedó en papel mojado este lunes ante el bloque del Partido Popular Europeo.

La canciller alemana, Angela Merkel, admitió que “quizá hemos sido negligentes en la comunicación", al constatar el rechazo a la propuesta por parte de sus socios del Partido Popular.

Timmermans, la esperanza socialdemócrata

El candidato por el que apostaron para presidir la Comisión, el socialista holandés Frans Timmermans, fue rechazado por los populares europeos. Su nombramiento representaría un giro de 180 grados, teniendo en cuenta que durante 15 años las riendas del gobierno europeo han estado en manos conservadoras. Según el acuerdo de Alemania, Francia, España y Holanda, el Partido Popular Europeo se quedaría con la presidencia del Parlamento y los liberales, con el puesto de Alto Representante de Política Exterior.

Los líderes de la Unión Europea suspendieron a las 12:30 de este lunes las negociaciones para el nombramiento del futuro presidente de la Comisión Europea, iniciadas a las seis de la tarde del domingo.

El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, a la cabeza de los opositores al reparto de cargos, señaló que los populares no debían “regalar” ningún puesto “sin luchar”. Una postura que secundaron a continuación los mandatarios de Croacia o Belgrado, pero, también, diputados alemanes de la Unión Social Cristiana de Baviera.