Luz verde al Ayuntamiento de Madrid para que cambie el nombre a 52 calles de la capital en cumplimento de la ley de Memoria Histórica. La sección segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha revocado la suspensión cautelar del cambio de nombre de las calles con reminiscencia franquista activado el pasado año tras el recurso de la Fundación Francisco Franco.

“Es una buenísima noticia” ha dicho la alcaldesa Manuela Carmena a los medios de comunicación, anunciando que continuarán lo antes posible con los cambios en el callejero madrileña. “Naturalmente se van a cambiar los nombres a las calles”, ha dicho.

La sentencia considera “no haber lugar” a la suspensión de la acción del Ayuntamiento madrileño, citando una sentencia anterior y argumentando que “en cuanto a los perjuicios que supone el cambio de la denominación, los actores no pueden hacer valer los perjuicios de terceros, los residentes en dicha calle, ya que ninguno reside en ella”.

Contra la sentencia cabe recurso de casación que deberá prepararse ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM en el plazo de 30 días contados desde el siguiente al de su notificación.

Los argumentos franquistas

En su momento, la Fundación Nacional Francisco Franco celebró la suspensión de los cambios en el callejero, afirmando que eran “de marcado contenido ideologizante que se estaba aplicando de forma sectaria y revanchista”, mientas que “se enaltecía a los participantes en las represiones del Frente Popular”.

Además, la FNFF aseguraba que los cambios de nomenclaturas en el callejero de Madrid “un fortísimo impacto económico para los ciudadanos madrileños superior a los 55 millones de euros, de los cuales 6 millones son coste directo a las arcas públicas del Ayuntamiento de Madrid que pretenden destinarse no a fines públicos y de interés general sino privativos del sector ideológico que gobierna el Ayuntamiento de Madrid, malversando fondos públicos”.