Trabajadores del Hospital La Paz se han concentrado hoy contra la privatización de los servicios de restauración de este centro de referencia en la Comunidad de Madrid.

La convocatoria ha sido convocada por sl sindicato MATS, después de que el Gobierno de Cristina Cifuentes sacara a concurso la concesión de los servicios integrales de restauración del hospital por más de 31 millones de euros, que dejara la gestión de las comidas de enfermos, personal y visitantes en manos de una empresa privada durante los próximos 15 años. 

La forma de contrato, concesión de obra pública, supone que la empresa concesionaria construirá con sus propios fondos un edificio que le pertenecerá, aunque esté en suelo público, con un coste de 11 millones de euros, durante los 15 años de la concesión.

La limpieza y la lavandería, también privatizadas
El sindicato MATS denuncia que con esta concesión se “vuelve a los años más negros de la privatización sanitaria del gobierno de Esperanza Aguirre”, y advierte de que  “los antecedentes en los hospitales públicos madrileños, como el Hospital Gregorio Marañón, es atroz”, entre otras cosas por la “introducción de la línea fría en las cocinas”, esto es, comidas congeladas. Ahora mismo, la comida en el Hospital La Paz se elabora por personal del centro cada día.

La empresa adjudicataria se hará cargo de la gestión de las cafeterías para el público y personal, de las máquinas de vending, el suministro y gestión de víveres para los enfermos, el comedor de guardia y la construcción y financiación de un nuevo edificio de hostelería.

MATS teme que el mecanismo de control de la Comunidad de Madrid sobre el servicio privado de gestión de las comidas del hospital no funcione, como ocurre ahora con las contratas de la gestión del servicio de limpieza, que se privatizó. “El hospital está permanentemente sucio, como han denunciado usuarios y trabajadores, a pesar de que los pliegos describen minuciosamente los controles a aplicar por la Comunidad de Madrid. Este gobierno no hace uso de dichos mecanismos", denuncia el sindicato.

“El penoso estado en el que llega la ropa desde la lavandería central, también privatizada, es otra advertencia de lo que se avecina con la llegada de esta nueva cesión”, añade MATS