Por incomparecencia, Luis de Guindos se va a convertir en vicepresidente del Banco Central Europeo. A pesar de que el Europarlamento no apoyó su candidatura, sino la de su rival, finalmente el gobernador del Banco Central de Irlanda, Philip Lane, se ha retirado de la carrera. Ahora toca elegir un nuevo ministro de Economía en un Gobierno en el que no suele haber muchos cambios. Y muchos ojos se posan ahora en Román Escolano, tecnócrata con una dilatada carrera al frente de organismos públicos durante los gobiernos del Partido Popular.

A la tercera va la vencida y tras sus dos fracasos para irse al Eurogrupo, bien lejos de las pugnas internas con Cristóbal Montoro, De Guindos consigue una silla en el BCE con un sueldo que quintuplica su actual salario. Pasará a cobrar 389.760 euros, en comparación a los 73.000 que cobra ahora.

Pero, ¿quién le sustituirá? Varios nombres suenan para las quinielas. Algunos de dentro del gabinete, como Álvaro Nadal, ministro de Energía y Turismo. O Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, a la que han preguntada hoy en Bruselas si se ve como sustituta. Sin embargo, a El Plural le dan otro nombre: el de Román Escolano. Algo que cuadra más con el espíritu de Mariano Rajoy, pues supondría no tener que remover los cargos de su Consejo de Ministros.

Escolano es un técnico comercial y economista del Estado, del perfil de altos funcionarios y tecnócratas que suelen abundar en la administración actual. Consiguió su oposición en 1989 como número uno de su promoción, un año después de acabar la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Autónoma de Madrid.

Entre 1992 y 1997 ejerció como director de la Oficina Comercial de la Embajada de España en Tailandia, pero entra en política con el Gobierno de José María Aznar, que le convierte en asesor del Ministerio de Trabajo, bajo la batuta de Javier Arenas.

En la segunda legislatura de Aznar, Escolano sigue escalando puestos y, al tiempo que dirige el departamento de Economía del gabinete del presidente del Gobierno, entra en varios consejos de administración de empresas públicas estratégicas como Correos, FEVE o el ICEX.

Con la llegada del PSOE al Gobierno en el año 2004, Escolano pasa unos años en el dique seco hasta que se refugia en 2006 en el BBVA, donde ejerce de director de Relaciones Institucionales.

Al volver el Partido Popular al Gobierno, Escolano vuelve a cargos de vital importancia. En el 2012, Rajoy le elige como presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) hasta el año 2014. Cuando Magdalena Álvarez dimite por su imputación en el caso de los ERE, Escolano es el elegido para irse a Europa como vicepresidente del Banco Europeo de Inversión. Quizás ahora tenga que hacer las maletas para volver a España y por el camino se cruce con De Guindos.