Xavibo es un cantautor mallorquín que ha logrado hacerse un hueco propio en la escena musical española con un estilo inconfundible que fusiona rap melódico, pop alternativo y una lírica profundamente emocional. Lejos de los focos del circuito comercial, ha construido una comunidad fiel gracias a canciones que abordan sin filtros temas como la ansiedad, la tristeza, el desamor o el autoengaño, con una honestidad que desarma. Desde sus primeras maquetas caseras hasta llenar salas por toda España, Xavibo ha crecido al margen de la industria, priorizando siempre la autenticidad por encima de las modas.
Con discos como Papel de burbujas, El Viaje de Trece o el reciente No te enamores, ha consolidado una trayectoria coherente y cada vez más madura, donde lo emocional y lo estético se entrelazan. Su última obra lo reafirma como uno de los referentes del “pop triste” en español, un artista que convierte las heridas en versos y que ha sabido traducir el dolor generacional en canciones que conectan sin necesidad de artificios. Más que un músico, Xavibo es una voz que acompaña, cuestiona y se expone, generando identificación allí donde otros callan.
Pregunta (P): ¿Qué significa para ti No te enamores?¿Por qué este título?
Respuesta (R): Me gustaba mucho la idea de que fuera un imperativo y una advertencia de que si te enamoras te va a pasar todo lo que cuenta el disco. Así que 'si no quieres vivir toda esa serie de acontecimientos, mejor que no te enamores. También me gustaba mucho cómo se leía entero con mi nombre completo, porque al final, si lo ves en las plataformas y demás se lee: No te enamores Xavibo.
P: ¿Cuánto hay de ironía y cuánto de verdad en esto de no te enamores? ¿Es una advertencia, una confesión, una provocación...?
R: La frase que resume bien el concepto de no te enamores es elige bien de quien te enamoras. No te enamores si vas a hacerlo malamente.
P:¿Cuál fue el punto de partida emocional o artístico del disco? ¿Hubo una canción que marcó el tono del resto?
R: El punto de partida fue que escuché el disco Stick Season de Noah Kahan, y eso me llevó directamente a un álbum que escuchaba mucho cuando era adolescente, For Emma, Forever Ago de Bon Iver. Me devolvió de golpe a toda esa movida del folk americano, de las guitarras acústicas, de las baladitas tristes. Y pensé: ‘Buah, tengo que empezar el disco por aquí’. De repente estaba en México y fui a un festival de electrónica. Por aquel entonces pensaba que el disco iba a ser una mezcla de folk con electrónica, rollo Avicii, pero al final solo quedó un tema con ese sonido más electrónico, que es Necesito dormir. Todo surgió un poco de ahí, de lo que estaba escuchando en ese momento, de lo que me influenció. Y en cuanto a las letras, pues vienen de vivencias personales, claro. Justo había roto con mi anterior expareja, y fue como: ‘Otra vez me ha vuelto a salir mal’. Así que dije: ‘Escribe esto bien’.
P: ¿Cuál es la canción que más te representa actualmente del disco?
R: Ninguna.
P: ¿Y tu favorita?
R: Tanta vida. Depende del día, va cambiando. Hay días que es Tú qué tal y otros Tanta vida. Depende de mi estado de ánimo.
P: Cuando compones, ¿escribes primero la letra, la instrumental o se te ocurre una melodía? ¿De qué parte una canción?
R: Yo escribo cada día ideas que se me van ocurriendo o imágenes que voy viendo por la calle. Siempre tengo muchísimas frases a las que recurrir. Pero normalmente el punto de partida es un acorde de guitarra: empiezo a tirar, empiezo a improvisar encima. Y ya hay frases de esa improvisación que se quedan, o melodías que nacen ahí mismo y se quedan también, Entonces no sabría decirte qué viene antes. Porque las frases vienen de antes, sí, pero al final las adapto a la melodía. Así que… no lo sé.
P: ¿Esperabas tanto impacto con la idea del escaparate?
R: No me lo esperaba. Habíamos hecho otras performances, como con Papel de burbujas, por ejemplo: me envolví literalmente en papel de burbujas, en pleno verano, en Madrid, pasando un calor brutal, y la gente me miraba como diciendo: ‘¿Qué le pasa a este?’. O en Navidad, pusimos un cartel en el metro donde yo felicitaba las fiestas vestido de Papá Noel. Con No te enamores, organizamos un concierto en San Valentín solo para gente soltera que no tuviera plan ese día. Montamos una especie de boda fallida, con una novia corriendo en fuga y la gente tirando arroz. Así que para mí era una acción más dentro de lo que ya veníamos haciendo. Sabía que esta última era más fuerte y que iba a ser más polémica que las anteriores, pero nunca imaginé el impacto que iba a tener.
P: ¿De dónde sale?
R: Yo siempre parto de una idea muy loca y luego la voy bajando a tierra. La primera era montar una instalación de burbujas gigantes en medio de una plaza en Madrid. Pero claro, me dijeron algo así como: ‘Xavi, no sé cómo vamos a hacer esto...’, y yo encima quería estar dentro. Así que fui reculando: vale, pues solo una burbuja. Vale, pues una pared de cristal. Y al final acabé en la idea del escaparate. Pensé: ‘Ostras, esto se puede hacer’. Papel de burbujas hablaba de la vulnerabilidad, de la intimidad, de ese lugar donde nadie te puede hacer daño, como un refugio, un escudo. Esa idea la llevaba años en la cabeza.Pero está ultima se dio porque entré en una tienda que estaba liquidando, justo el escaparate donde lo hicimos. La dueña me dijo que ya no lo usaría para vender, sino solo para eventos. Y le solté: ‘Ostras, tengo una idea desde hace años que quiero hacer’. Hablé con ella, lo cuadramos, lo negociamos… y lo pude hacer. Al final, esa idea, acabó mutando en en la soledad, que es de lo que hablaba el el álbum.
P: Cuéntanos un poco de Niguls.
R: Mi padre es catalán y siempre me decía: ‘Tienes que hacer alguna canción en catalán’. Y bueno, yo soy mallorquín, así que también quería hacer algo que rindiera homenaje a Mallorca, a mi isla. Pero también a ese desamor que siento muchas veces por ella: voy y la veo masificada, siento que estamos perdiendo nuestras raíces, nuestra esencia. Y no solo por el turismo, sino por la falta de regulación. Este último año, he estado mucho en Cataluña porque mi anterior relación fue con una chica catalana que me enseñó un montón sobre la música y la cultura de allí, y que me reconectó con cosas de mi infancia. El disco lo he grabado en gran parte allí, así que sentía que tenía todo el sentido del mundo.
P: ¿va a haber una canción 13?
R: Si
P: ¿Está hecha?
R: No. Siento que la música tiene el momento y que si estuviera hecha no tendría nada sentido. Si estuviera hecha tendría que haber salido con el disco. Me parece un reto estar en la búsqueda de la canción 13.
P: ¿ Va a haber versión Deluxe?
R: No lo sé. Hay días que sí y días que no lo va haber. Soy muy cambiante, entonces me encantaría decirte que sí.
P: A la hora del directo, ¿qué canción te hace más ilusión cantar?
R: Tanta vida me apetece muchísimo. Creo que va a ser muy divertido. Me apetece hacer el bailecito este de No rompas más, mi pobre corazón. También me apetece mucho cantar Niguls en Barcelona, Valencia y Mallorca.
P: ¿La gira va a ser exclusiva del disco o vamos a poder escuchar temas anteriores?
R: Vamos a cantar el disco entero, pero sí que va a haber un repaso de mi discogracia. Este año sí que hemos tenido que sacrificar algunos temas que ya veníamos cantando durante muchísimo tiempo.
P: ¿Ha cambiado el Xavibo desde su anterior disco hasta este?
R: He notado un cambio, pero no es gracias a la música, sino a ir a terapia, que no había ido desde que era pequeño. Me ha cambiado la vida ir a terapia y se lo recomiendo a todo el mundo.
P: Detrás de este disco ¿hay una gira, nuevos proyectos o necesitas parar para no quemarte tanto?
R: Después de este disco viene la búsqueda de la canción 13, que a ver cómo la encuentro o dónde está. También irme a Mallorca todo el verano porque me apetece mucho estar en casa.Y luego empezar la gira en octubre. El tema musical es complicado, porque desde que he empezado terapia no he escrito ni una sola canción. Antes utilizaba la música de manera más terapéutica y ahora ese lugar está en otro lado. Así que quizás empiezo a escribir desde otro punto de vista.