La fiebre por ver a Bad Bunny en directo ha dejado a miles de seguidores con la cartera vacía y el enfado a flor de piel. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado a Ticketmaster por prácticas abusivas en la venta de entradas para los conciertos del artista en España, donde los precios se han disparado debido a cargos ocultos y políticas de precios poco transparentes.

La OCU alza la voz contra Ticketmaster

La OCU ha presentado una denuncia ante la Subdirección General de Inspección y Procedimiento Sancionador del Ministerio de Consumo, acusando a Ticketmaster de aplicar cargos "irregulares y abusivos" en la venta de entradas para los conciertos de Bad Bunny en Madrid y Barcelona. Según la organización, una entrada con precio base de 79,50 euros puede llegar a costar hasta 269,30 euros tras sumar tres conceptos adicionales: 3,30 euros en concepto de donación, 36,50 euros por gastos de gestión y 150 euros por un cargo VIP adicional.

La OCU critica que estos cargos no se revelan hasta las etapas finales del proceso de compra y que no son reembolsables, lo que limita los derechos del consumidor en caso de cancelaciones o devoluciones. Además, señala que los precios de las entradas son "dinámicos", variando según condiciones del mercado no especificadas, lo que considera una falta de transparencia.

El fenómeno Bad Bunny y la especulación

La gira Debí Tirar Más Fotos World Tour de Bad Bunny ha generado una demanda sin precedentes en España, con 12 conciertos programados entre mayo y junio de 2025. La preventa de entradas fue caótica, con colas virtuales de más de 200.000 personas y páginas colapsadas. A pesar de las dificultades, se vendieron 600.000 entradas, pero muchos fans se quedaron sin ellas o tuvieron que pagar precios exorbitantes en el mercado de reventa, donde algunas entradas alcanzaron los 2.000 euros.

El ministro de Derechos Sociales, Agenda 2030 y Consumo, Pablo Bustinduy, ha anunciado que la nueva Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios obligará a incluir desde el principio todos los gastos de gestión en el precio final de servicios como entradas de cine, conciertos o discotecas, eliminando así cargos ocultos de última hora. La iniciativa busca garantizar transparencia y evitar prácticas engañosas que afectan a los consumidores.

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Ante esta situación, la OCU recomienda a los consumidores que guarden toda la documentación relacionada con la compra de entradas y que presenten reclamaciones formales si consideran que han sido víctimas de prácticas abusivas. La organización también insta a las autoridades a establecer normas claras que regulen los precios y condiciones de venta de entradas para eventos culturales y de entretenimiento.

La denuncia de la OCU pone de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia y regulación en la venta de entradas online, especialmente en eventos de gran demanda como los conciertos de Bad Bunny. Los consumidores esperan que las autoridades tomen medidas para proteger sus derechos y evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

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