Quién diga que nunca ha tenido tentaciones de ser infiel a su pareja miente. Todos en alguna época de nuestra vida nos hemos sentido atraídos por el o la de enfrente, o por el de esta misma acera, qué más da. Mientras unos se han quedado con las ganas, otros tantos han ejecutado y consumado ese irrefrenable deseo de pecar, eso sí de modo furtivo y en el más absoluto de los secretos de por vida… hasta ser pillados claro. Algunos, por los menos el peso de la traición les ha obligado a confesar y redimir cómo sea sus pecados.

‘Mamíferos’, la serie de 6 episodios de apenas 30 minutos cada uno que acaba de estrenar Amazon, tiene mucho de ese “pecado” tanto o más original que el protagonizado por Adán y Eva. No en vano, la infidelidad es casi tan antigua como el propio mundo, por lo que no es de extrañar que siga despertando el mismo interés o más en el ser humano, que la manzana ante la que sucumbieron aquella pareja de primeros habitantes del malogrado paraíso terrenal. Y es que la sombra de la desconfianza y las dudas sobre la pareja, arrancan y despegan de cuajo desde ese caprichoso instante en el que rendidamente enamorado, toda tu vida comienza a girar en torno a él o ella.

Este drama con toques de humor negro sigue la historia de Jamie (James Corden), un chef cuyo mundo se desmorona tras descubrir que su esposa embarazada Amandine (Melia Kreiling) le está siendo infiel. Comienza entonces a buscar respuestas con la ayuda de su cuñado Jeff (Colin Morgan), quien también sufrirá en carne propia las grietas de su matrimonio con Lue (Sally Hawkins), la hermana de Jamie.

Escrita por Jez Butterworth, ganador de dos premios Olivier y Tony, Mamíferos rápida y fácilmente digerible, aunque a la vez muy desconcertante, habla sobre las complejidades del matrimonio: hay tristeza, dolor, tensión, amor, amistad, traición y también risas, muchas risas.

En un principio uno no entiende bien lo que quieren contar a lo largo de sus seis episodios sus creadores Jez Butterworth y el guionista James Richardson. Sin embargo, a partir del tercer episodio todo empieza a encajar, dando respuesta la misma a controvertidas cuestiones sobre el matrimonio. ¿El amor es para toda la vida? ¿Es posible amar y ser infiel al mismo tiempo?  ¿Qué ocurriría si consintiéramos compartir a nuestra pareja con otra persona? La gran pregunta a la que intenta responder la serie es, ¿qué pasaría si como hace el resto de los mamíferos, los humanos nos dejáramos llevar por nuestros instintos sexuales más primarios?

Mamíferos se pone absolutamente al servicio del actor británico James Corden (The Prom), quien además de ser uno de los presentadores con mayor éxito y proyección de Estados Unidos, demuestra tal y como ha hecho en anteriores ocasiones, ser poseedor de un gran talento interpretativo.

Mamíferos, desconcertante, arriesgada y a caballo del realismo mágico y del buen humor negro del que hace gala, requiere de cierta paciencia para entender tanto la trama como a sus protagonistas. Aun así, o precisamente por ello, esta original apuesta supone un chorro de agua fresca en medio de la sequía y el barbecho, que sacude a las plataformas últimamente.